El año pasado llegó al Albacete y justo la siguiente semana le tocó jugar ante Osasuna, su casa. Este año ocurre algo similar, recién llegado a.Tarragona le toca volver a Albacete.

Es curioso y creo que las cosas pasan por algo. Estoy contento porque de alguna forma me servirá para despedirme de la afición manchega. Acabamos la liga en Tenerife y no pude despedirme de ellos. Encantado de volver y saludar a mucha gente.

Llegó la llamada del Nástic y, como ocurrió cuando le llamó el Alba, siempre ir.

Mi forma de ver las cosas siempre es optimista y aquí he llegado igual que cuando llegué al Alba. Ya le dije a los jugadores, peor no vamos a estar, con lo que lo único que puede pasar es que vayamos para arriba y el primer día ya hemos dado un pasito adelante. De aquí a Navidades el objetivo es salir de las cuatro últimas posiciones. Es un trayecto muy parecido al del Albacete, el mismo enfoque, la misma ilusión, seguramente temperatura más calida, pero el fin futbolístico es el mismo.

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