A por el gol, S.L.

Cristóbal Guzmán
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El Albacete Balompié pasó en algo más de dos años a formar parte de un enjambre de sociedades controladas por José Miguel Garrido, Saúl Ruiz de Marcos y Santiago Pozas

L a naturaleza del Albacete Balompié SAD ha sufrido una mutación acelerada en los tres últimos años. Un club con una propiedad repartida entre miles de accionistas se ha transformado en una entidad que forma parte de un enjambre de sociedades de naturaleza diversa, algunas de las cuales han entrado a formar parte de su propio accionariado.

Desde que a finales de 2013 la familia Iniesta, abandonada a su suerte por los anteriores administradores después de una gestión desastrosa, apostara por José Miguel Garrido como nuevo socio, su hegemonía en el club ha sido absoluta. Tras haberse hecho con el control de un buen paquete accionarial, sindicar sus acciones con las mayoritarias de Iniesta y consumar la 'Operación Acordeón' -reducción del valor de los títulos de los miles de accionistas en un 95% y adquisición de la entidad en una ulterior ampliación con una inversión exigua-, el Albacete Balompié pasó a disponer de una dirección unipersonal en manos de Garrido, inicialmente a través de la sociedad Global Exchange SL, mientras Saúl Ruiz de Marcos (Goloso Investments SL) se encargaba de cubrir el resto de esa primera ampliación.

Con el paso de los meses comenzaron a florecer más sociedades en el entorno que robustecieron la frondosidad del árbol. Santiago Pozas, vicepresidente del club hasta comienzos de 2015 (a las puertas de la solicitud de la liquidación) y administrador único de Sport Strategy Management SL, constituida en las vísperas del 'desembarco' (2013), constituyó otras dos con idéntico objeto social en 2014, una de las cuales pasó a ser apoderada en enero de 2015, cuando se preparaba el proceso judicial exitoso que acabó con el levantamiento de los embargos de Hacienda por los impagos del IRPF y la sorprendente salida de la liquidación previamente solicitada. Es precisamente a través de Sport Strategy Management como Pozas percibe sus emolumentos como gerente, que en la temporada pasada ascendieron a algo más de 100.000 euros, según consta en las propias cuentas del club. Casi todas estas sociedades, constituidas con un capital de 3.000 euros, comparten domicilio social en Madrid.

En esta compleja madeja de empresas con una singular red de relaciones, llama la atención por su peculiaridad Only One Way SL, cuya fecha de inscripción en el Registro Mercantil de Madrid data del 13 de febrero de 2015 y en cuyo objeto social figuraba: «1. Construcción, instalaciones y mantenimiento. 2. Distribución comercial. Importación y exportación. 3. Actividades inmobiliarias. 4. Turismo, hostelería y restauración. 5. Actividades de gestión y administración. 6. Transporte y almacenamiento. 7. Información y comunicaciones. 8. Informática, tele».

El comienzo de su actividad tuvo lugar unos días antes de que el Albacete Balompié presentase ante el Juzgado de lo Mercantil la solicitud de liquidación de la sociedad. Posteriormente la entidad presentó un recurso de apelación que la Audiencia Provincial resolvió favorablemente el 25 de mayo, atendiendo a «causas extraordinarias» que iban a dotar de liquidez al Albacete, como un borrador de subvención de 630.000 euros de la Diputación con reparos del interventor de la institución    -que finalmente no se hizo efectivo- o un préstamo súbitamente otorgado por Only One Way, sociedad aparentemente sin relación con los responsables de la concursada, pero cuyo administrador único y apoderada guardaban vinculación directa con el propio Garrido en, al menos, otros dos negocios.

Otro empujón del azar quiso que el 23 de marzo, en plena fase de liquidación y antes de su salto a la palestra, la empresa cambiara su objeto social para pasar a ser: «Actividades de las sociedades holding. Compraventa, adquisición, tenencia, y enajenación de valores mobiliarios y de participaciones sociales o acciones en el capital social de cualquier tipo de sociedad nacional o extranjera respetando en todo la ley del mercado de valores». Más tarde, cuando los administradores del Albacete Balompié recuperaron sus facultades de dirección tras la reversión de la liquidación, el propio Santiago Pozas pasó a figurar como apoderado de la sociedad.

Así, la indiscreta y metafórica Only One Way ('Sólo un Camino'), constituida también con un capital social de 3.000 euros y prestamista de medio millón poco después, fue una de las sociedades que cubrirían la ampliación de capital en julio de 2015, junto a Residencia Cristo del Valle Fuentealbilla SL administrada por José Antonio Iniesta, y Saúl Ruiz de Marcos (Goloso Investments SL), también apoderado de Conciertos Sublimes SL. Esta última, inicialmente dedicada a la producción y promoción de eventos, amplió el objeto social en diciembre de 2013, es decir, solo un mes después de haber accedido al cargo de consejero del Albacete Balompié, de tal guisa: «La representación de futbolistas y deportistas en general. Mediación ante clubes y sociedades deportivas para la estipulación de contratos de prestación de servicios profesionales por parte de los deportistas representados. Asesoramiento, gestión e intermediación y representación, directa o indirecta».

Acaso por un discutido conflicto de intereses entre las actividades de representación de jugadores y dirección de un club según la normativa de la FIFA,  Ruiz de Marcos dimitió  como consejero en enero de 2015, al igual que Agustín Lázaro, titular de Amar Cantera SL, creada con el mismo objeto social. Al frente de Conciertos Sublimes se situó como administrador único Pedro Ruiz de Marcos, hermano de Saúl, que pasó a ser el apoderado.

Pero el ovillo financiero-societario que tiene como ejes a Ruiz de Marcos y Garrido es mucho más extenso y con derivaciones inquietantes. Impulsores junto a José Luis Macho de Thesan Capital SL (heredera de Sajama Investment) como canal de inversiones de capital-riesgo del banco japonés Nomura, los tres, titulares de Agrupaciones Europeas de Interés Económico (AEIE) presuntamente fraudulentas, figuran en la reciente querella de la Fiscalía Especial contra la Corrupción como clientes del despacho Nummaria por las actividades desarrolladas hasta 2013, cuyas consecuencias están todavía por dilucidar. Las relaciones con la Agencia Tributaria presentan, pues, una conflictividad crónica en los juzgados.

El Albacete Balompié SAD figura, en definitiva, como una más de estas firmas conectadas entre sí, con objetos sociales y actividades diversos, desde la intermediación, compraventa de inmuebles o representación de jugadores, hasta la consultoría fiscal, estrategias de mercado, e incluso los negocios de restauración y alimentación, intermediarios de materias primas textiles o el comercio de animales vivos, que de todo hay.

Atrás quedaron experimentos como el de la liquidada escudería HRT1, cuyo consejero delegado fue el propio Saúl Ruiz de Marcos, un precedente nada prometedor en los negocios deportivos.