Saharauis por la paz

CARLOS ZULOAGA
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La Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui prepara la llegada de 64 niños desde los campamentos de Tinduf para que puedan pasar las vacaciones de verano con familias albacetenses que quieran acogerlos

Nazaret Villodre y Montserrat Tendero cuentan los días para la llegada de los 64 niños saharauis procedentes de los campamentos de refugiados de Tinduf para pasar las vacaciones de verano en nuestra ciudad. La Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui en Albacete, de la que Nazaret es la coordinadora del programa de Vacaciones en Paz, comenzó esta aventura en 1993, hace 23 años, y espera de la solidaridad de las familias albacetenses para que puedan acoger a estos pequeños que durante estos dos meses huyen de calor abrasante de Tinduf y disfruten de unas comodidades que son imposibles en esos lares.

«En principio vienen 41 niños que repiten, que han venido otros años, y otros 23 nuevos. Llegarán el primer fin de semana de julio y estarán hasta finales de agosto, comenta Nazaret Villodre, y añade, «se nota que vienen menos niños que antes porque hay menos familias de acogida, la crisis se ha notado en todos los aspectos. A las familias de Albacete ya les cuesta subsistir en el día a día, y claro, esto supone un añadido. En los buenos años han llegado a estar en Castilla-La Mancha hasta más de 1.000 saharauis. En Albacete, últimamente, están viniendo una media de 70 niños».

Los niños saharauis que acuden tienen una edad de entre siete y 12 años, cuando cumplen la edad máxima ya no pueden volver y se da paso a los que cumplen siete. «Lo que ocurre es que no todos los niños pueden venir, porque no quieren o las familias no lo ven conveniente».

«De manera paralela estamos trabajando en los campamentos en un proyecto de discapacidad, se trata de un colegio para niños ciegos, y lo que se consigue es que niños que están discapacitados puedan venir también, eso antes era impensable, sólo podían acudir los que estaban en condiciones normales».

Y este año, por ejemplo, «viene una niña ciega, de 10 años, que se llama Fatimetu. Para ella nos hace falta una familia muy especial, no al uso, que todavía no la tenemos y para ello hacemos un llamamiento especial». Otros años han llegado niños en condiciones parecidas y lo importante es que pudieron ser tratados clínicamente, «en una ocasión estuvo otra niña y pudo recuperar parte de la visión, por lo que tenemos muchas esperanzas de que con Fatimeu pueda pasar lo mismo. Y esperamos conseguirlo con todo el apoyo de la Asociación y sobre todo de la ONCE, que colabora con nosotros en este tipo de casos».

Vienen también otros niños enfermos, como el que acogerá Montse, que es celiáco, «el año pasado vino con una hernia y pudo ser tratado. Tuvimos otro caso de uno que llegó con una aparente herida en la pierna y se convirtió en tres meses de ingreso con una infección interna muy grave,  hasta con peligro de amputación y la criatura se fue corriendo como un gamo».

Después de la estancia, la Asociación mantiene relación con las familias, «ahora es más fácil con las redes sociales, además nosotros hacemos en la Asociación dos o tres veces al año el llamado correo solidario, enviando ropa, comida y todo lo que puedan necesitar, además de los viajes que realizamos a los campamentos».

Albacete siempre ha sido solidaria y generosa «a más no poder y contamos con la ayuda del Ayuntamiento que nos financia el proyecto al completo, porque el precio del billete ronda los 700 euros». Ahora sólo queda que no falten familias para poder acoger a los niños, pues desde la Asociación han vuelto a hacer un llamamiento para que todos los saharauis tengan un hogar en la ciudad este verano.