Carrilero: "No quería que nadie se enterase de la leucemia"

Teresa Roldán
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María Carrilero es desde diciembre la presidenta de la Asociación 'Yo me pido vida', un movimiento social sin precedentes en la ciudad. Esta joven de 25 años y audioprotésica de profesión ha retomado su vida gracias a una donación y a la ciencia

María Carrilero es la joven albacetense afectada de cáncer de médula ósea ya curada que lideró un movimiento en pro de la donación sin precedentes en la ciudad, una iniciativa que logró triplicar en 2017 la cifra de donantes en la provincia, llegando a los 2.770, y que ahora se ha convertido en asociación. María Carrilero está a punto de cumplir el primer año de su nueva vida, 11 meses después de recibir un trasplante de médula, procedente de la sangre del cordón umbilical del bebé de una donante italiana. Como su sistema inmunológico, ella parte de cero, y como si de un bebé se tratara, no en vano lleva sus células madre, debe vacunarse ahora de todas las enfermedades frente a las que se inmuniza a los recién nacidos. Su mensaje para los que se encuentran en su misma situación es que la leucemia se supera y «la prueba es que cada día somos más supervivientes».

¿Qué pensamiento se le pasó por la cabeza cuando recibió el diagnóstico de que sufría leucemia?

Yo tenía 24 años cuando me diagnosticaron la leucemia, trabajaba como auditoprotésica en un centro de Alicante. Tras más de 15 días con anginas y sin experimentar mejoría en mi estado de salud tras varias consultas a mi médico y diferentes antibióticos, un día de regreso en el AVE a Alicante desde Albacete noté que se me dormía media cara y me empecé a agobiar mucho, porque era una sensación mala, mi cuerpo no estaba bien. Llamé a mi madre, que es enfermera, y nos fuimos a urgencias en Alicante pero allí no me dijeron nada, y entonces decidimos venir a Albacete, donde nada más hacerme la analítica salieron los leucocitos por las nubes y desde el primer momento estaba confirmado el diagnóstico de que tenía leucemia, a pesar de que me hicieron una punción lumbar. En ese momento pensé que me tocaba una época mala, que había que luchar, pero no como mucha gente dice, que era el final.