El siniestro se lleva la vida de dos toledanos que viajaban en el tren

J.M./LT
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El siniestro se lleva la vida de dos toledanos que viajaban en el tren

Una mujer extraordinaria, discreta y madre de familia numerosa, así es como describen quienes la conocían a Juana Arganda, la vecina del barrio de Santa Teresa de Toledo que este miércoles perdía la vida en el accidente de tren de Santiago de Compostela. Viajaba en compañía de su marido para visitar a una de sus hijas, que reside con su pareja en la capital gallega.

Durante las primeras horas se la dio por desaparecida, su nombre no aparecía entre los heridos y se mantenía la esperanza de que fuese alguna de las personas que aún se encontraban sin identificar. Sin embargo, a medida que avanzaba el día se confirmaba la peor noticia, figurando finalmente su nombre entre los ochenta fallecidos en el accidente.

Su esposo, Antonio Rodríguez Gómez, se encuentra ingresado en estado grave, tal y como confirmaba al programa ‘Espejo Público’ de ‘Antena 3’ el marido de su hija. Antonio Rodríguez sufre un fuerte traumatismo craneoencefálico, daños en el tórax y en las piernas y tiene los pulmones encharcados, según confirmó su yerno en la mañana de ayer. Su estado es «grave» y fue necesario operarle de urgencia a las pocas horas de sufrir el accidente.

- Foto: Salvador Sas Abulenses de nacimiento, aunque llevaban muchos años viviendo en Toledo, el matrimonio tenía cinco hijos, según explicaban fuentes cercanas a la familia a este periódico. Una de ellas juez, destinada ahora en Santiago, y otro, según explicaron algunas fuentes consultadas, monitor del Patronato Deportivo.

Una pareja extraordinaria, excelente, muy prudente y sencilla, señalan sus allegados. El marido, Antonio Rodríguez Gómez, fue el primer síndico de cuentas de Castilla-La Mancha durante el Gobierno de José Bono.

talavera, de luto.  La tragedia de Santiago de Compostela incorporó el luto también a Talavera de la Reina de una manera especial. Un vecino de la ciudad, Luis Manuel Rodríguez Vallejo, figura entre los 80 fallecidos en el accidente ferroviario más grave de las últimas décadas en España. Viajaba solo, aunque se iba a encontrar en Galicia con su familia para disfrutar de unas vacaciones, truncadas a tan sólo cuatro kilómetros de la ciudad de peregrinación.

Luis Manuel, de 44 años, no falleció en el lugar de la tragedia como la mayoría de las víctimas, sino que lo hizo horas después en un hospital gallego, hacia las 12 horas de ayer. Este diario había contactado por entonces con allegados que aseguraban que se encontraba en estado grave, e incluso apuntaban que había sido operado en la cabeza durante las horas posteriores al descarrilamiento. «No sabemos nada», comentaban sobre el estado de salud de la víctima.

Sin embargo, horas después se confirmaba el fallecimiento de Luis Manuel Rodríguez Vallejo, una de las 80 víctimas mortales de este trágico suceso que ha conmocionado a España y al resto del mundo. El alcalde de Talavera, Gonzalo Lago, manifestó en un comunicado «el inmenso dolor» de la Corporación municipal y la ciudad. «Todos los talaveranos nos unimos a su duelo y a su dolor», decía en el mensaje que trasladaba ayuda y apoyo a los familiares.

La esposa de Luis Manuel había aparecido públicamente en los medios de comunicación informando del estado de salud, que en un principio no aparentaba la gravedad final, a tenor de sus palabras. «Tiene unos rasguños en la cara, pero está bien», comentaba antes de que le efectuaran las pertinentes radiografías en el centro hospitalario. Asimismo, reflejó en su intervención la angustia de las horas vividas sin tener información de su marido, que tomó el tren en la Estación de Chamartín de Madrid y se montó en el vagón número 6.