La sustitución de viejos edificios, naves y almacenes de la ciudad para edificar nuevos inmuebles lleva aparejado a veces un encuentro poco deseable: el del amianto, un material cancerígeno cuya manipulación está sometida a una normativa derivada de los cambios legales que España adoptó ya comenzado el siglo XXI, cuando se prohibió el uso de sustancia (en junio de 2002) y cuando se prohibió también su comercialización (en diciembre de 2002). 

A partir de esa normativa, solo las compañías inscritas en el Registro de Empresas con Amianto (RERA) pueden realizar en Albacete trabajos de retirada de esta sustancia, y cada vez que estas emrpesas actúan deben presentar a la administración regional un plan de trabajo donde se detalle la actuación, el trabajo a realizar, el material a intervenir, el lugar, las fechas de inicio y fin de los trabajos, trabajadores implicados... 

En la provincia, cada año se tramitan más de 40 planes para retirar amianto de algún tipo de instalación, lo que equivale a decir que cada año son más de 40 los edificios con amianto que se desmantelan. Datos aportados a este diario por la Dirección Provincial de Economía, Empresas y Empleo señalan que este año ya se han tramitado 40 planes, y hay otros cuatro en tramitación, a fecha 30 de septiembre. En 2017 se hicieron 41 planes para retirar amianto de localizaciones albacetenses, y en los dos años anteriores la cifra se acercó al medio centenar.

Desde la Dirección Provincial  de Economía, Empresas y Empleo se apuntaba que aunque lo habitual es encontrar compañías que sí cumplen, no todas las empresas lo hacen: «Hay un creciente sector del desamiantado en el que conviven una gran mayoría de empresas serias que cumplen con rigor la normativa con un número escaso de empresas oportunistas que no siguen de la forma deseable los protocolos».

La autoridad laboral explicaba cuáles son  las tres principales patologías asociadas a la exposición al amianto. Se trata de la mencionada asbestosis (fibrosis pulmonar), el cáncer de pulmón y el mesotelioma, «un tumor maligno que puede afectar a la pleura, el peritoneo y el pericardio». 

Además de estas tres patologías, la exposición al amianto «puede causar cáncer de laringe, que fue declarado enfermedad profesional a finales de 2015», explicaban desde la Dirección Provincial.