Cáritas Diocesana de Albacete atendió a lo largo del 2015 a 6.528 personas, de las que más de la mitad, 3.573, fueron a través del programa de AtenciónPrimaria. Es una de las principales conclusiones de la Memoria presentada por el secretario general de la organización, Antonio García Blanquer, que ha tomado el testigo de José Manuel Lara en este puesto.
Según García Blanquer, el principal eje de actuación de los técnicos y voluntarios de Cáritas ha sido el acompañamiento y desarrollo integral, mientras que la directora de la institución, Rosa García, advirtió de que si bien «hemos notado una estabilización en el número de personas atendidas en los programas de prestación de ayudas básicas», mientras que, por contra, «el dinero para atenderlas se ha duplicado» y eso se debe principalmente a que estas familias han agotado el resto de vías por las que percibían algún respaldo económico.
<b>ADVERTENCIA.</b> El hecho de que sean prácticamente las mismas familias, pero con más necesidades económicas, ha revelado que la situación de crisis «se ha convertido en crónica» para ellas, frente a las afirmaciones de las administraciones de que se ha detectado una cierta mejoría de la situación económica general.
El secretario dio a conocer también, entre las cifras, que en el resto de programas que desarrolla Cáritas ha habido más personas atendidas. Así, el de Empleo con jóvenes menores de 30 años ha llegado a 1.811 personas, de las que 151 encontraron un empleo -en 59 de los casos a través de contratos de inserción de la Fundación El Sembrador-, en el Programa de Infancia se ha trabajado con 411 niños, se ha acompañado a 140 personas sin hogar, a 127 usuarios del programa de Prisiones y el de MediaciónJurídica ha atendido a 1.280 personas, «sobre todo por causa de desahucios».
<b>MÁS DE DOS MILLONES.</b> La inversión requerida por Cáritas Diocesana para acometer todas sus actividades y programas a lo largo del pasado año se situó en los 2,1 millones de euros, de los que el 57% correspondieron a recursos propios y el 43% a subvenciones públicas y privadas.
«Es cierto -planteó Rosa García- que vemos una tendencia de mejora» en acciones dirigidas a los colectivos más vulnerables, como «los planes de empleo, que se tarda menor en cobrar la ayuda de emergencia social o que nos están dando más participación de las organizaciones».
A pesar de ello, la situación de dificultad no sólo no ha pasado sino que organizaciones como Cáritas mantienen la necesidad de recibir las aportaciones, tanto de personas a título individual como de empresas o administraciones, para atender las necesidades básicas de sus usuarios.
«Cada año hay alrededor de un cinco o un seis por ciento menos de donaciones y aportaciones privadas», apuntó la directora, pese a que agradeció que el interés de colaborar de las empresas vaya a más, al tiempo que destacó que, afortunadamente, «se mantiene el número de socios estables».