El Girona fue superior al Albacete Balompié en las dos áreas y por eso se llevó el encuentro, el primero que gana en casa en lo que va de temporada. Contundencia en el área propia para defender y eficacia en el ataque fueron las recetas de un equipo local que superó con claridad a los albacetenses. Contundente derrota de un equipo manchego que sigue sin ganar fuera de casa. Llega bien y juega bien al fútbol el conjunto de Luis César pero le falta toda la pegada que sí tuvieron los locales. Le falta estar acertado en los últimos metros, ya sea con el pase final o con el remate, y así es complicado sumar.

Como es habitual, el Albacete quiso jugar en estos 45 iniciales, pero con la desgracia de encontrarse enfrente al mejor Girona en lo que va de temporada. Salida fuerte del conjunto de Pablo Machín, llevando el peso del encuentro en el primer cuarto de hora. La primera opción fue de los catalanes, un chut alto del central Lejeune a los tres minutos. Los locales ejercían una fuerte presión sin dejar maniobrar al Albacete, siempre muy incómodo sobre el césped.

En esta fase del encuentro, los de Luis César tuvieron que refugiarse en defensa ante el acoso gerundense. La primera llegada visitante se produjo a los 14 minutos, una combinación entre Rubén Cruz y Adri Gómez ante el marco de Becerra, pero un defensa del Girona llegó para enviar a córner.

A LA CONTRA. Pasado ese cuarto de hora se entraba en una fase de ligero dominio de unos 10 minutos para los visitantes, pero el Girona se defendía bien y con orden ante un rival que demostraba, un desplazamiento más, que le gusta jugar, combinar, tocar y buscar la ofensiva.

Pero a los 24 minutos esta fase de buen juego albaceteño saltaba por los aires con el primer gol. Contragolpe rápido de los catalanes iniciado por Rubén Sobrino, quien se va por piernas de su marcador, habilitando con calidad al carrilero Clerc para que éste hiciera el 1-0 con un chut de zurda raso, colocado, cruzado, letal para Juan Carlos.

A partir del uno a cero el Albacete adelantaría sus líneas, y a la media hora Córcoles centraba sobre Portu, quien no acabó de controlar bien la pelota en inmejorable posición ante el meta local. No eran opciones claras para los visitantes, sólo acercamientos, ya que no se registró ningún tiro entre los tres palos.

El peligro era del Girona, y a los 36 Felipe Sanchón se iba hasta la línea de fondo pero su pase de la muerte no hallaba rematador. Y cerca ya del receso, minuto 42, el segundo gol rojiblanco en un centro perfecto de Javi Álamo, muy medido desde el costado diestro para que Jairo Morillas, en el punto de penalti, enganchase una volea a la media vuelta a las mallas.

Muy enchufado el Girona en el primer periodo. El Albacete, a diferencia de otros equipos que han pasado por Montilivi, no se encerró en su parcela en ningún momento, sino que se mostró como un conjunto creativo y que le gusta jugar al fútbol.

El segundo periodo vio a un Girona más cómodo con la ventaja en el marcador. Los catalanes se echaron hacia atrás y se defendieron mejor mientras el Albacete Balompié adelantaba sus líneas buscando recortar esa desventaja de dos dianas.

SIN PROFUNDIDAD. Pero las posesiones de balón de los blancos eran largas y anodinas, sin saber superar nunca el entramado defensivo de los de Machín. Por contra, al otro lado del campo, el Girona se desplegaba con rapidez en los contragolpes, creando ocasiones para Felipe Sanchón y Jairo. Éste intentó una vaselina ante la salida de Juan Carlos que salió alta.

Luis César comenzaba a mover sus peones en busca al menos de un gol que metiese a los suyos de lleno en la pomada, pero a los 62 minutos llegaba un centro de Álamo y Sobrino remataba a las manos del arquero.

Precisamente Jairo inició el contragolpe que culminaría Rubén Alcaraz con el (3-0), ya con el Alba rendido a la evidencia.

Los de Luis César tuvieron la pelota, pero apenas se puede registrar un tímido lanzamiento de Samu ya por encima del minuto 90. Un encuentro para olvidar.