Corría el año 1971 cuando la Unesco empezó el proyecto ‘El hombre y la biosfera’ (MAB en abreviatura inglesa), con el objetivo principal de conciliar la mentalidad y el uso de los recursos naturales, según recuerda Miguel Ángel Rubio, coordinador técnico de la Asociación Adiman (Asociación para el Desarrollo Integral de la Manchuela Conquense). Como parte de este proyecto en pro de un desarrollo sostenible se procedió a la selección de lugares geográficos representativos de los diferentes hábitats del planeta, abarcando tanto ecosistemas terrestres como marítimos. Estamos hablando de las que hoy se conocen como reservas de la biosfera.
Casi 50 años después sólo en lo que es el territorio nacional hay 48 de estas reservas declaradas, de las que únicamente una está en la comunidad castellano-manchega, la llamada Mancha Húmeda que abarca, como es conocido, a varios municipios de la provincias de Albacete, Ciudad Real, Toledo y Cuenca.
No obstante, desde hace 14 años, otro espacio, el valle del Cabriel, lucha por hacerse un hueco en esta declaración que es no sólo un reconocimiento, además, internacional, sino también, una responsabilidad en pro de las generaciones venideras tanto en término de protección como de conservación, dice Rubio.
Fue en diciembre del 2016 cuando se entregó la propuesta de candidatura de este valle al comité español del programa MAB, aunque luego tocó ajustarla y presentar el nuevo proyecto; algo que se hizo en diciembre del año pasado. En estos momento se puede decir que se está en fase de revisión por el consejo científico del comité MAB. Si es positivo el dictamen pasará primero al comité MAB español, probablemente el próximo septiembre, y después al consejo internacional de coordinación del MAB de la Unesco, quien no sólo decidirá finalmente si el valle del Cabriel es merecedor de ser reserva de la biosfera, sino que también procederá a su declaración ya en el 2019.
Detrás de la candidatura está la Asociación Adiman y el apoyo de cinco Grupos de Acción Local , tres de ellos de la región y uno de Albacete, el Ceder de La Manchuela, así como de la asociación Reserva de la Biosfera Valle del Cabriel y a la que, por otra parte, le corresponderá ser el órgano gestor de la reserva. En este órgano igualmente estarían presentes representantes de la Universidad de Castilla-La Mancha, de los Grupos de Acción Local, de la Confederación Hidrográfica del Júcar, de la administración, empezando por la Junta, y de los principales sectores económicos de la zona (ganaderos, agricultores, hosteleros), entre otros.