A finales del año 2013, el Colegio de Abogados de Albacete celebraba su 175 aniversario, ya que se creía que había sido fundado el 4 de julio de 1838. Sin embargo, varios documentos han permitido determinar que el órgano colegial de los letrados nació cuatro años antes, concretamente en 1834.
Las primeras pistas de que la institución era más antigua de lo que se creía hasta ahora se encontraron en una guía de 1961 del propio colegio, donde aparecía que la fundación había tenido lugar en 1834 y que su primer decano había sido Juan José Agraz, un abogado al que en su día se le dedicó la actual Plaza de la Constitución.
Como las fechas no casaban con las actas que tenían en el Colegio de Abogados, se decidió estudiar porque se producía esta discrepancia. La publicación del libro Albacete, ciudad de tradición judicial. De la Real Audiencia Territorial al Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (1834-2014), de Vicente Carrión, publicado este año con motivo de los dos siglos de historia del TSJC-LM, incluía en sus anexos un discurso que se leyó en 1934 por el abogado Martínez Acebal, con motivo del primer centenario. En este discurso, que se encontraba en la Universidad de Navarra, el conferenciante, con documentos que lo justificaban, manifestaba que cuando se constituyó la Audiencia Territorial de Albacete, en 1834, en la comitiva que se estableció para instalarse la Audiencia, participaba el Colegio de Abogados e iba en el orden establecido, detrás de los escribanos y relatores y delante de la nobleza y del Ayuntamiento.
Además decía que el primer reglamento del Colegio de Abogados, que junto a otros redactó Agraz, se aprobó por una providencia del presidente de la Audiencia territorial, que en aquellos tiempos se le denominaba regente, dicha providencia data de junio de 1834.
LA INVESTIGACIÓN. Tras observar estos documentos, el actual decano del colegio, Julio García Bueno, decidió visitar el Archivo Histórico Provincial, encontrando en una caja donde se guardan todos los antecedentes de la constitución de la Audiencia, una copia del oficio de invitación cursado por el regente, al decano de los abogados, en el que les decía que podían participar en los actos de inauguración como corporación y el sitio que les correspondía ocupar en la comitiva.
Por tanto, el primer reglamento del Colegio de Abogados de Albacete se aprobó en 1834 y ese es el momento en el que nació.
La razón por la que en 1838 se volvió a constituir en Cartagena, no fue porque fuera un colegio nuevo, sino porque hubo una adaptación de los estatutos, como explica García Bueno. «En 1834 se publica un decreto por parte de la reina, en el que ordena a todos los regentes que se constituyan los colegios de abogados, con una reglamentación colegial distinta de la que había en 1834, que tenía una regulación más corporativa y gremial con más referencias al aspecto humanitario y de solidaridad con compañeros que tuvieran condiciones económicas insuficientes. Además se regulaba cuales eran los requisitos para acceder a la abogacía, como que tuvieran limpieza de sangre, que no tuvieran antecedentes moros, ni judíos, que los padres no hubieran trabajado en oficios viles, ni mecánicos y una serie de requisitos muy curiosos», dijo.
Por tanto, aunque los colegios como institución técnica se crean a nivel nacional en 1838, en 1834 el colegio ya estaba constituido con su primer decano, Juan José Agraz y esa es la razón por la que en 2014 se está celebrando el 180 aniversario de la fundación del Colegio de Abogados.
A pesar de la efeméride, el órgano colegial ha preferido no hacer ninguna celebración, dado que el año pasado se realizaron diferentes actos con motivo del 175 aniversario, como comenta el decano. «Este año lo que hemos hecho ha sido incorporar de manera oficial en nuestra web y en nuestros antecedentes históricos el nacimiento y la fundación del Colegio en 1834».