Jugar con un hombre menos durante 82 minutos es un sobreesfuerzo que el Alba supo dosificar. Jugó mejor que el Almería en la primera mitad y cuando mejor estaban los andaluces en la segunda apareció Bela para adelantar a los manchegos. La presión final otorgó al Almeria el empate, obra del incisivo Álvaro Giménez y el partido acabó con una medio tangana provocada por la nefasta actuación del colegiado riojano Ocón Arráiz, en evidente baja forma y con excesivos errores.