Arya, la perra que sabía escuchar

Maite Martínez Blanco
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El colegio Simón Abril probará la bondad de un novedoso programa de mejora de habilidades de la lectura con perros, que se presenta el día 27 en la Biblioteca

La perra Arya sobre una manta. Está dispuesta a oír. A escuchar los mil y un cuentos que los niños le quieran contar. Arya y Verónica, perra de terapia y psicóloga, son el equipo 5.114 de Perros y Letras, una iniciativa que sirve para estimular y mejorar las habilidades de la lectura en los niños mediante la intervención de perros especialmente adiestrados.

Ocho niños descubrirán el placer que supone leerle a Arya, una experiencia que acogerá la Biblioteca Pública de Albacete el próximo día 27. Una pequeña demostración que tiene como fin dar a conocer este programa que, de momento, se aplicará el colegio público Simón Abril dentro de una investigación que realizará la Universidad Complutense para dar respaldo científico a las bondades que comprueban día a día quienes trabajan con terapia de perros. «No sólo mejora las habilidades lectoras, refuerza también la autoestima de los niños que ven como algo que antes no eran capaces de hacer ahora sí lo consiguen», asegura Verónica Soler, una psicóloga que se deja ayudar por su perra Arya en todo tipo de terapias.

de utah a albacete. Arya es un perra mestiza, tiene algo de labrador, pero carece de pedigrí. Verónica la rescató de una camada que alguien regalaba porque no sabían qué hacer con tanto cachorro. Adiestrada como perra de terapia, Arya se ha convertido en compañera de trabajo de Verónica. Esta ‘perra psicóloga’ lo mismo trabaja con niños en la gestión de emociones como el duelo y la pérdida, que se afana en ayudar a personas mayores a mantener despierta su memoria. En el tratamiento de fobias a los perros es efectiva al cien por cien.

Su última aventura es la de las letras. Arya y Verónica forman uno de los 16 equipos que en España aplican el programa READ (Reading Education Assistance Dogs). Utilizar perros para estimular el gusto por la lectura empezó en Estados Unidos. En 1999, una entidad que trata de mejorar la vida de las personas con la interacción de los animales empezó a trabajar en Salk Lake City, la ciudad más poblada del estado de Utah, con niños que fracasaban en la escuela en gran medida porque su comprensión lectora no era buena. El experimento funcionó, los niños se motivaban y así fue como empezaron a utilizar a perros para leer en bibliotecas y en colegios.

Dicen quienes conocen el programa que funciona gracias a la «conexión emocional» que se establece entre el perro y el niño que lee al animal. «En el perro hay una ausencia de juicio, si el niño se equivoca al leer el perro no lo juzga, si se atasca en una palabra no dice nada», subraya Verónica, que desde diciembre es la coordinadora de READ en la provincia. «Los perros escuchan fenomenal, tan solo con su presencia disminuyen el estrés y los niños que al principio están un poco nerviosos se relajan, acarician al perro y se produce casi una magia que hace que el niño disfrute con la lectura», subraya la psicóloga que siempre que puede se deja acompañar por su perra en las terapias, «es normal que el paciente esté nervioso, va a hablar de algo muy íntimo con un desconocido, pero la presencia del perro siempre ayuda».

en el ‘cole’.   En estas dos décadas de existencia el programa READ se ha extendido a 17 países, más de 5.000 equipos lo aplican en países tan distintos como Canadá o Sudáfrica. En España llegó en el 2012 de la mano de la asociación Perros y Letras.

El interés de Verónica y Arya es que este programa entre en los colegios, quizás pensando en niños con necesidades educativas especiales o escolares que necesitan apoyo para mejorar su rendimiento, ya que la terapia es personalizada, no se puede hacer en grupo. Este mes de marzo Arya ejercerá de ‘maestra’ en el colegio Simón Abril. Una vez por semana, la perra escuchará aquello que quieran leerle seis alumnos, cada uno dispondrá de 20 minutos de terapia semanal.

buscan fondos. Al terminar el curso, la Facultad de Educación de la Universidad Complutense estudiará los beneficios del READ en los niños que participen en el programa, evaluando las habilidades lectoras de los escolares antes y después de leer con Arya. La financiación para este iniciativa se está consiguiendo a través de un crowfunding que está abierto hasta el 29 de febrero. Quien quiera participar puede hacerlo en www.perrosyletras.com/nos-ayudas. El plan es leer con 96 niños en 16 colegios españoles para poder realizar esta pionera investigación que tiene un coste total que ronda los 31.000 euros.

La aspiración de Verónica es que este programa pudiera tener continuidad de alguna manera. La psicóloga, que está al frente del Centro Kibel, insiste en que las posibilidades con READ son muchas. Si un niño duda porque no conoce una palabra, la perra puede hacer un gesto y quizás sea momento para detener la lectura y buscar la palabra en el diccionario.

Se puede trabajar también la comprensión lectora, diciéndole al niño que le cuente al perro lo que acaba de leer. Por raro que suene funciona, asegura la psicóloga. Aunque en España en el programa READ solo trabajan perros, en otros países del mundo se utilizan otros animales, como el gato, «incluso hay un pony READ y alguna cobaya». Aunque lo habitual es aplicarlo en niños, en lugares como Murcia hay una experiencia con residencias de mayores.

Los perros READ pasan una evaluación cada dos años para comprobar su obediencia, temperamento y el vínculo que tienen con el dueño. La seguridad del animal también es vital, por eso deben superar ciertos exámenes veterinarios.