«Tiempo» y «calma» fueron dos de las palabras que más se escucharon ayer en la reunión del Consejo de Universidades que presidió el ministro de Educación, Cultura y Deportes, en Madrid. Tiempo antes de adaptar un nuevo modelo de educación superior que aún está en proceso de evaluación, y calma para medir con claridad las consecuencias que podría acarrear esta decisión ya que se abren multitud de incógnitas que habría que responder.

Es la conclusión de un encuentro en el que el rector de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), se sumó a la voz mayoritaria, por no decir unánime, de las universidades de todo el país. «Hemos manifestado nuestra preocupación» comentó Miguel Ángel Collado a este diario tras la reunión del Consejo, al tratarse de una decisión «que tiene mucha trascendencia y mucha complejidad».

Se trata, según informó el ministro José Ignacio Wert, de permitir a las universidades españolas incorporar, de manera voluntaria, selectiva y gradual, la opción de impartir el modelo extendido en Europa de tres años de grado y dos de máster -equivalentes a 180 y 120 créditos respectivamente-, al tiempo que el que existe obligatoriamente en la actualidad de cuatro años de grado y uno de máster -240 y 60 créditos-.

En palabras del ministro, se trata de dar a las universidades flexibilidad ya que se trata de una opción que compete a las universidades y no limita la aplicación de uno u otro modelo, como sí ocurre en la actualidad. Para ilustrarlo José Ignacio Wert recurrió a la comparación del ancho de vía ferroviario que en nuestro país es poco compatible por lo que se trata de configurar un «ancho de vía distinto para circular por el espacio educativo europeo», dijo.

En pruebas. Sin embargo, Miguel Ángel Collado, que reconoció que en Europa prima el modelo 3 más 2, quiso poner de relieve que en la UCLM se está testando este modelo pero reclamó «esperar a los resultados que hoy no tenemos», por lo que reiteró la necesidad de tener «más tiempo».

«Hay que ver la repercusión que puede tener en los estudiantes pasar de un modelo a otro, y que la sociedad lo entienda. Por eso vamos a ir a un proceso de reflexión» dijo, que permitirá a los rectores proponer alegaciones y mejoras al decreto hasta el 15 de septiembre.

Hasta que no llegue esa fecha, no sabremos qué posición toma el Ministerio de Educación, aunque el borrador del decreto incluye en el texto que en ningún caso, la norma se podrá aplicar antes del 30 de septiembre de 2015, por lo que la opción de cambiar de modelo, previsiblemente, no entrará en vigor hasta el curso próximo.

Con todo, Miguel Ángel Collado destacó que la celebrada ayer en Madrid había sido «una reunión muy intensa» en la que primó «un clima de diálogo y voluntad de colaboración» entre las partes.