Alrededor de las 14,25 horas del jueves, un coche patrulla de la Policía Local circulaba por la calle La Roda cuando los agentes observaron que un vehículo que iba muy despacio y que les precedía en la marcha se detenía en mitad de un carril de circulación.

Ante esta extraña maniobra, los agentes se acercaban al conductor, observando que presentaba síntomas claros de intoxicación etílica, razón por la que era trasladado a las dependencias de la Policía Local.

Ya, en el cuartel, se procedió a realizar al conductor el test de alcoholemia, dando un resultado positivo de 1,46 gramos de alcohol por litro de aire espirado en la primera prueba, y de 1,50 gramos en la segunda, lo que supone que sextuplicaba la tasa permitida de 0,25 gramos por litro de aire espirado.

Según el jefe de la Policía Local de Albacete, Pascual Martínez, no son normales unas tasas de alcoholemia tan altas. «Es uno de los casos más elevados de tasas de alcoholemia que hemos encontrado. No es habitual ver una tasa tan elevada».

Debido a la gran cantidad de alcohol en sangre que presentaba el conductor, de 53 años de edad, sin antecedentes penales y cuyas iniciales son A.F.G., se procedió a su detención, entregando las diligencias al juzgado para que se celebrase un juicio rápido contra él.

La celebración de dicho juicio estaba prevista para ayer, a las 10 horas, pero un error en la citación provocó que el acusado no se presentara a la vista, que finalmente fue suspendido. Debido a esta circunstancia, parece que el juicio se celebrará el mes que viene.

Los juicios. Cada año, en la provincia más de 500 personas son procesadas en juicios rápidos por ir ebrias al volante de sus vehículos, según reflejan los datos de la Fiscalía Provincial.

En concreto, según refleja la Memoria de la Fiscalía 2014, en el año 2013 se incoaron 576 procedimientos por casos de conductores que iban bebidos. De estos 576, 499 fueron calificados, mientras que los 77 restantes se transformaron en diligencias previas, para ser vistos en los juzgados de lo penal o fueron sobreseidos.

Sin embargo, los jueces dictaron un total de 608 sentencias por juicios rápidos por alcoholemia al volante, ya que en los meses de enero y febrero también fueron juzgados algunos casos que habían quedado pendientes del pasado año.

Las penas. Cuando se produce un delito de este tipo, las penas oscilan entre los tres y los seis meses de cárcel, retiradas de carnet de entre uno y cuatro años y multas de entre 540 y 4.320 euros, si el conductor no es reincidente.

Según el fiscal jefe provincial, Juan Francisco Ríos Pintado, un caso de este tipo llevaría aparejada la retirada del carnet durante unos 30 meses, lo que implicaría que el arrestado tendría que volverse a sacar el carnet, puesto que todas las retiradas superiores a los dos años suponen que los conductores deben volver a sacarse el permiso.