En la mañana de ayer fue enterrado en el cementerio de la pedanía de Sierra el cadáver de R.C.L, de 29 años de edad, fallecido el pasado 20 de enero en la prisión de Ocaña 1, a causa de una meningitis bacteriana, según ha podido saber La Tribuna de Albacete.

Fuentes penitenciarias informaron que, a causa de este fallecimiento, en la prisión se aplicó el protocolo de actuación con el que cuenta la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, con atención especial a los internos que tuvieron contacto directo con el fallecido, que recibieron un tratamiento quimioprofiláctico.

 Al parecer, ninguna de las bacterias que causan la meningitis pueden contagiarse por un contacto casual ni por respirar el aire en donde ha estado una persona con meningitis, el contagio sólo es posible con el intercambio de saliva, por ejemplo, con un beso, beber del mismo vaso, utilizar el mismo cubierto o fumar del mismo c cigarrillo, etcétera.

El cadáver del joven, natural de Cordovilla, fue velado en el tanatorio de Hellín, en donde el padre, F.C., pidió ver el cadáver y al detectar un posible corte o rozamiento en el cuello, pidió que se le realizara una  autopsia, a fin de confirmar el motivo de su fallecimiento. Autopsia que confirmó lo que se le había indicado en un primer momento (meningitis bacteriana), desde la prisión de Ocaña 1.

El joven cumplía condena en el centro penitenciario toledano por incumplir una orden de alejamiento de su expareja, según la información facilitada al diario La Tribuna de Albacete de personas próximas a la familia, que continúa viviendo en la pedanía tobarreña de Cordovilla.