Una batalla colorista

N. GARCÍA
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Miles de albaceteños y visitantes disfrutaron de un espéctaculo lleno de color y música, en el que los participantes arrojaron más de una tonelada de confeti y 125.000 rollos de serpentinas

Los participantes lanzaron kilos y kilos de confeti y serpentinas. - Foto: J.M.ESPARCIA

Los albaceteños volvieron a disfrutar ayer de un desfile de carrozas, en este caso del que corresponde a la tradicionalBatalla de Flores, en el que las 55 carrozas que participaron en la Cabalgata de Apertura volvieron a salir a la calle para el deleite de los asistentes.

El tiempo volvió a respetar y, aunque la temperatura fue más baja de habitual respecto a ediciones anteriores, fueron numerosos los ciudadanos que no quisieron perderse este acto. Prueba de ello fue que en el recorrido del desfile, que se inicia desde la plaza Gabriel Lodares y finaliza en la Avenida de la Estación, fueron muchos los curiosos que se quedaron para presenciar las obras de arte realizadas por asociaciones vecinales, peñas y otras organizaciones albaceteñas, y para observar los numerosos trajes manchegos que visten los que participan en la Batalla, así como los tractores y coches que arrastran las carrozas. El Paseo de la Libertad, así como otros puntos del recorrido, estaban a reventar de público, que acabó lleno de confeti.

Y es que aunque se llama batalla de flores no se lanzan flores, sino confetis y serpentinas. Más de 1.000 kilos de confeti y 125.000 rollos de serpentinas arrojaron los participantes en la batalla, acto en el que el número de participantes es algo menor que en el de inicio de la Feria, pero que tiene mucho colorido. Además de todas las carrozas, también volvieron a participar las charangas, en este caso un total de 11, que pusieron el tono musical a la mañana de ayer.

Durante la batalla floral, que comenzó a las 12 horas, se vivió un gran ambiente de fiesta a pie de calle en el día de la Virgen de los Llanos. Un espectáculo lleno de color que hizo las delicias de los presentes en el recorrido, que fue vigilado por voluntarios de ProtecciónCivil y por los agentes de la Policía Local.