Recorrido por los dulces típicos de Semana Santa

N. GARCÍA
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En la mayoría de casas, los albaceteños se reúnen junto al fuego para elaborar repostería tradicional de Pascua y son pocos los hogares en los que, durante estos días, no se comen torrijas o rollos fritos

Julia Nieto cocina en los fuegos de la Asociación de Consumidores y Usuarios Apaccu. - Foto: RUBÉN SERRALLÉ

Tiempo de religión para unos y de descanso para otros, la Semana Santa continúa siendo una oportunidad para poder disfrutar de los postres y comidas típicas de este tiempo. En la mayoría de las casas albaceteñas, familias y amigos se reúnen junto al fuego para elaborar dulces tradicionales de Pascua y son pocos los hogares en los que, durante estos días, no se comen torrijas, flores, buñuelos o rollos fritos, entre otros. La elaboración de la repostería tradicional de estas fechas se convierte en una fiesta y cada vez son más los que deciden juntarse para cocinar y, después, poder ofrecer a sus familiares y amigos estos dulces.

Si por algo se caracteriza la Semana Santa en la región, hablando desde el punto de vista gastronómico, es por su respostería. Pero un ejemplo típico de todo el territorio nacional es la torrija que aparece, sin excepción, en las recetas caseras y en los menús de los restaurantes de casi todo el territorio durante la Pascua.

Junto con las torrijas se elaboran buñuelos de viento, hojuelas, flores, rollos fritos y panecicos dulces, entre otros. El aceite, la azúcar, los huevos, la harina, la leche y la miel son los ingredientes que más se utilizan para la elaboración de estos. En la provincia, uno de los dulces que gana más adeptos son las hojuelas, que se pueden comer con azúcar o miel.

Cada vez es más habitual que  se reúnan varias personas para elaborarlos y se convierte en un gran día que termina de la mejor de las maneras, con decenas de dulces sobre la mesa que pueden pasar a ser degustados.

En los pueblos de la provincia de Albacete, inundados por el fervor y la espiritualidad de SemanaSanta, huele que alimenta y esto es debido a que son numerosos los hogares en los que la repostería tradicional se hace imprescindible para el paladar.

Isabel Martínez comentó a este diario que, habitualmente, se reúnen en su casa su cosuegra y su amiga para elaborar los dulces típicos de Semana Santa. Se ha convertido en una tradición y, en la casa de Isabel y de sus amigas de faena, que viven en Alcadozo, no  falta la respostería típica durante estos días. No hay año en el que no se pongan «manos a la masa» para crear los deliciosos postres.

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