El Santander gana 5.742 millones de euros hasta septiembre

SPC
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Ana Botín destaca la aportación del negocio internacional que ha permitido al banco sumar un 13% más que el ejercicio pasado y exige al Gobierno un nuevo marco hipotecario claro y seguro frente a la sentencia del Tribunal Supremo

El Banco Santander obtuvo un beneficio neto de 5.742 millones de euros entre enero y septiembre de 2018, un 13% más, gracias al impulso de su negocio en España y Brasil, sus principales motores, y en otros mercados como los de México y Portugal.

Así lo explicó ayer el consejero delegado del Grupo, José Antonio Álvarez, que exigió un marco legal «claro y seguro» para el mercado de las hipotecas, unos préstamos a muy largo plazo, que necesitan «estabilidad», pues el riesgo que se asume con ellos «es elevado».

La entidad presidida por Ana Botín se unió así a las voces del resto de sus colegas y se mostró en contra de que el Supremo aplique la retroactividad a su decisión de que el sector financiero español pague el citado impuesto, además de abrir la puerta a que los bancos encarezcan esos préstamos para compensar este tributo, aunque eso «dependerá de la dinámica competitiva» de la propia industria.

Preguntado por otro gravamen, el de las transacciones financieras que contempla el proyecto de los Presupuestos Generales de 2019, Álvarez advirtió que cuando una actividad se endurece, por lo general, «se desincentiva».

Y sobre los  tests de estrés del sector que mañana dará a conocer la autoridad bancaria europea (EBA), consideró que la banca española, y en concreto el Santander, lo superarán sin problemas.

 Álvarez, que en enero cederá el testigo al italiano Andrea Orcel y pasará a ser vicepresidente del banco y presidente de Santander España, se mostró «encantado» de pasar a un puesto más relacionado con el diseño de la estrategia que con el «día a día», y aseguró que la compañía «seguirá siendo un icono mundial en los próximos años».

El economista avanzó que la reestructuración de oficinas se iniciará una vez que se complete la integración operativa del Popular, que se iniciará en noviembre y que durará entre cinco y siete meses.

La sociedad ha visto crecer sus beneficios en ocho de los 10 principales mercados en los que opera, excepto en el Reino Unido y en Argentina, cuyas dificultades económicas se tradujeron en un ajuste  obligatorio por la normativa internacional, que restó 169 millones, con lo que el resultado cayó un 75%.

Brasil aportó un superávit de 1.942 millones (+2%), mientras que en España Santander obtuvo 1.026 millones (+27%); en el Reino Unido ganó 1.077 millones (-10%) y la unidad de consumo Santander Consumer Finasangnce (SCF) ganó 1.000 millones (+17%).

En cuanto a los márgenes, el de intereses que mide los ingresos cayó el 1,6%, hasta los 25.280 millones. Por su parte, los préstamos y anticipos crecieron el 1,4%, en tanto que la morosidad mejoró en 37 puntos y se situó en el 3,87%.

Ana Botín, que indicó que el Grupo ha logrado de nuevo «muy buenos resultados», y «de manera responsable y sostenible», aumentando los clientes vinculados y digitales, gracias a la inversión en transformación digital, y «logrando estar entre los tres primeros en satisfacción de usuarios».

La presidenta reiteró su confianza en alcanzar todos los objetivos del plan a tres años, incluido el crecimiento a doble dígito del beneficio por acción en 2018 y avanzó que, a principios de 2019, anunciará su nuevo plan a medio plazo.