No es la primera vez que la Asociación para la Conservación de los Ecosistemas de la Manchuela (ACEM) da la voz de alarma. Hace 10 años que viene advirtiendo del peligro que corre el tramo medio del río Cabriel, a su paso por la provincia de Albacete, ante el cada vez mayor número de empresas de multiaventura que ofertan diferentes actividades deportivas en este importante afluente del río Júcar.

Ante la falta de respuesta pública, ACEM se ha vuelto a dirigir a las instituciones con competencias en la materia para que, de una vez por todas, elaboren el comprometido estudio de capacidad de carga del río Cabriel, pues será el trabajo de campo que servirá de base para establecer las futuras regulaciones.

Un estudio que ya debería contener una programación de horarios, cupo de piraguas, lanchas hinchables, kayacs y todo tipo de vehículos acuáticos, así como días, fechas, personas y tramo del río.

Para Ecologistas de La Manchuela, es imprescindible también que se delimiten las zonas donde no estén permitidas estas actividades y donde la finalidad principal sea la conservación del medio natural y se establezcan limitaciones en periodos sensibles como la reproducción de animales.