No todo vale en el cubo de la basura. La necesidad de separar adecuadamente los residuos, también en los domicilios, derivó en que se instalaran contenedores de distintos colores, para el reciclaje de los desechos no orgánicos. Los habituales son los de plástico y bricks, los de papel-cartón, y los de vidrio, a los que se añaden, como últimos en incorporarse pero fundamentales en la cadena de tratamiento, los de aceites y, no tanto, los de pilas.

Pero, además, algunos municipios cuentan también con servicios de recogida de voluminosos y, especialmente, con ecoparque, al que los ciudadanos pueden acudir para depositar objetos rotos o que ya no utilizan, como pequeños electrodomésticos,o metales.

Sin embargo, el ámbito rural adolece, por lo general, de todos estos servicios, al menos, al mismo nivel y, para tratar de paliar ese déficit, desde el Consorcio Provincial de Medio Ambiente, que depende de la Diputación Provincial de Albacete, se puso en marcha, en el año 2007, un eficaz servicio, el Punto Limpio Móvil.