Los cabezudos han vuelto a tomar las calles de Corral-Rubio más de cuatro décadas después de su desaparición. Gracias a la Asociación Cultural La Campana, los corralrubeños disfrutaron de esta tradición que antaño les hizo correr por las calles.

Hasta mediados de los años setenta, existía en Corral-Rubio la costumbre de correr detrás de los cabezudos, de los que existían al menos tres, que representaban las figuras de una mujer vieja, un negro y Popeye. Vecinos como Valentín, el alguacil, o Domingo, conocido como Sape en la localidad, eran los encargados de colocarse estas cabezas y correr detrás de los niños, «todos los que hemos cumplido ya los 40 recordamos de manera entrañable las carreras con los cabezudos, efarrar detrás de los cabezudos como se dice aquí en Corral-Rubio», explica Manuel Gómez, socio de La Campana.

en agosto y en san miguel. Aquellas figuras se deterioraron y los cabezudos desaparecieron, hasta este verano. Un grupo de adultos y niños empezaron en julio a trabajar en la elaboración artesanal de nuevas figuras. Con materiales tan básicos como papel de periódico, cartones de huevos y cola de carpintero han fabricado sus propios cabezudos que volvieron a tomar las calles de Corral-Rubio el pasado sábado. La reaparición fue muy bien recibida por los vecinos de Corral-Rubio, pueblo que tiene 380 vecinos censados, aunque en invierno se queda con menos de 150 residentes, pero son muchos los que regresan cada fin de semana y sobre todo en verano a disfrutar de este municipios con historia. La idea es mantener esta tradición recuperada y así los cabezudos desfilarán en el penúltimo sábado de agosto y, por supuesto, para San Miguel cuando Corral-Rubio celebra sus fiestas grandes. Para San Miguel, que se festeja el 29 de septiembre, se celebra un desfile con carrozas en el que participarán, 40 años después de su desaparición, estos singulares personajes.