No fue una Eucaristía al uso. Decenas de carros inundaban los pasillos de la Santa Iglesia Catedral, mientras niños muy pequeños rompían con sus llantos o sus risas el respetado silencio que implosiona en todo templo.Por segundo año consecutivo, la Real Asociación de Nuestra Señora de los Llanos quiso darle un sentido bíblico a la festividad de la Candelaria, que se celebra el 2 de febrero, justo 40 días después del nacimiento de Jesús. Esta costumbre, que tiene sus raíces en la Biblia, nunca se había realizado en Albacete hasta el año pasado. De ahí que la Real Asociación de la Virgen de los Llanos quisiera dedicarle este día a los más pequeños, concretamente, a los bebés recién bautizados.Tras la misa de una, el cura de la parroquia de San Juan, Julián Ros, invitó a todas las madres a subir al altar para ser bendecidas.