Rafael de la Viña se suma a las filas de los banderillos

PEDRO BELMONTE
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El matador de toros albacetense asegura encontrarse muy bien físicamente y también recuerda que durante sus primeros años como novillero sin caballos ya ponía banderillas

Hace años que el matador de toros albacetense Rafael de la Viña colgó el vestido de luces, ocupándose durante todo este tiempo del apoderamiento de toreros, comenzando con el mejicano Leopoldo Casasola, siguiendo con el aragonés Serranito, al que colocó en buen sitio del escalafón, y otros diestros, como Andrés Palacios, además de ocuparse de distintos negocios, no relacionados con el mundo del toro, en los que ha estado los últimos años. Hace unos días, aunque llevaba preparándose durante dos meses de forma discreta, ha comunicado a este diario que para esta temporada ha decidido actuar en las plazas de toros, eso sí, dentro de las filas de los toreros de plata, lo que no es habitual en un matador de toros que lleva ya muchos años alejado de los ruedos de forma activa.