La magia inunda el Real

SPC
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La Compañía Nacional de Danza vuelve a interpretar 30 años después 'El Cascanueces', para lo que ha adaptado la coreografía y ha realizado leves cambios en la dramaturgia

Lo consciente y lo inconsciente se dan la mano en El Cascanueces, uno de los títulos más conocidos de Chaikovski, en una nueva producción que subirá a las tablas del Teatro Real entre mañana y el próximo 10 de noviembre. Y lo hará de la mano de la Compañía Nacional de Danza (CND), que vuelve a interpretar este clásico 30 años después, esta vez bajo la dirección de José Carlos Martínez.

«Queremos que sea un viaje. La idea es hacer soñar a la gente que venga a ver el espectáculo», explicó  ayer Martínez, que consideró que el éxito de esta obra radica en que «desarrolla un gusto especial por la danza» y va dirigida a todos los públicos

«El Cascanueces que presenta la compañía muestra la evolución y el trabajo que hemos realizado durante ocho años», aseguró el director de la CDN, que escogió esta producción para desarrollar el segundo programa clásico completo que ha afrontado la compañía porque «tiene algo de especial» y conecta «tanto con niños como con adultos».

El responsable de la compañía se siente «orgulloso» de la «evolución y la identidad» que ha conseguido tener el grupo y por su «repercusión nacional e internacional», aunque aseguró que todavía «hay mucho camino por recorrer».

La acción se sitúa en 1910, en el seno de una familia burguesa, en la que la realidad y los sueños de la joven protagonista conviven y se enfrentan, en un ballet «tradicional» en el que Martínez ha tomado como referencia el libreto original de Marius Petipa, en el cuento de Hoffman y la adaptación de Aleixandre Dumas.