Agentes de la Policíal Nacional desarticularon una red de explotación sexual de mujeres, procedentes de Rumanía, que eran obligadas a ejercer la prostitución en una nave agrícola habilitada como club de alterne. El grupo, según informan las autoridades, también se dedicaba al tráfcio de drogas y para ello usaba a las mujeres retenidas como camellos.