La situación actual en materia urbanística nada tiene que ver con la de 1999, año al que corresponde el vigente Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad. Por este motivo, desde el Ayuntamiento de Albacete han decidido llevar a cabo las modificaciones pertinentes para adaptarlo a los nuevos tiempos. Tiempos en los que el número de viviendas construidas ha disminuido considerablemente y en los que la tipología más habitual llevada a cabo ha sido la unifamiliar.

El concejal de Urbanismo, Francisco Javier Díaz de Prado, ofreció algunos datos para explicar el contexto en el que nos encontramos, con una evolución de la construcción de viviendas a la baja. En este sentido, declaró que en la década de los 90 se llevaban a cabo una media de 1.438 viviendas anuales, las cuales llegaron a aumentar en 2007 a 2.821 y descendieron hasta límites insospechables en 2012, cuando se contabilizaron 70 viviendas construidas en la ciudad.

Además, dijo que a partir de la entrada en vigor del PGOU se observa un incremento muy notable de la construcción de viviendas nuevas en las zonas urbanizables (periferia) respecto al área consolidada como casco urbano. Así, en la década de los 90 las viviendas construidas en la periferia urbanizable suponían el 5,23%, mientras que en la década del 2000 supusieron el 35,93% del número de viviendas de la capital.

El edil manifestó, sobre la tipología de las viviendas, que la colectiva creció en la década de 2000 respecto a la de 1990 un 5,68%, mientras que la unifamiliar creció un 232,63%.

Díaz de Prado declaró que un 50% del suelo residencial del PGOU está pendiente de urbanizar y señaló que éste no se podrá llevar a cabo«si no se toman medidas al respecto».

Indicó que «también nos encontramos con la nueva legislación ambiental, que exige criterios de sostenibilidad en los desarrollos urbanísticos de la ciudad» y esto exige que «las nuevas zonas urbanas deben tener suficiente población para mantenerse». La ciudad cuenta con 174 habitantes por hectárea, mientras que en las nuevas zonas residenciales la densidad de población es de 98 habitantes por hectárea. Además, a esto hay que añadir que la Confederación Hidrográfica del Júcar ha puesto de manifiesto que la capacidad del canal de Maria Cristina está agotada, motivo por el cual «sólo informará favorablemente los nuevos desarrollos que justifiquen que no incrementan el caudal del mismo».  

Propuesta. Ante esta situación, explicó el concejal de Urbanismo e Infraestructuras, proponen la modificación del PGOU estableciendo mecanismos que «permitan la gestión y urbanización de ámbitos más ajustados», es decir, se dividirán los sectores en varias unidades o fases más pequeñas para su desarrollo.

Además, en los sectores que se han ido caducando y están pendientes de urbanización se incorporarán zonas para la evacuación de pluviales, pues las aguas no pueden ser evacuadas al Canal de María Cristina ya que éste no da a basto y, en momentos de lluvias abundantes, se producen inundaciones.

«Esto implica aumentar las zonas verdes que harán la función de pozos filtrantes», reseñó el edil, destacando que se dejarán los suelos necesarios para resolver la laminación o infiltración de agua de lluvia.

Por otro lado, declaró que se incorporarán otros usos compatibles en las zonas de uso global residencial, tales como comercial y terciario, para que en el desarrollo no sólo haya viviendas, como ha ocurrido en algunas zonas ya desarrolladas, y se incluyan comercios, hoteles, etc.

Se pretende que los vecinos tengan calidad de vida en su barrio, sin necesidad de tener que coger el coche para todo, incluso para comprar una barra de pan. Además, se mantendrá la actual estructura delPlan General de Ordenación Urbana y no se crearán nuevos ámbitos ni islas urbanísticas y«se mantendrán lo que hay, pero con estos nuevos criterios».

El Consistorio albacetense aprobará en el próximo Consejo de la Gerencia Municipal de Urbanismo, que se celebra la semana que viene, estas modificaciones, declaró Díaz de Prado.