Educación sufraga dos programas de hábitos saludables para 9.000 niños

TERESA ROLDÁN
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Los técnicos y voluntarios de la AECC son los que desarrollan la iniciativa desde 2007

El consejero de Educación, Marcial Marín, rubrica con un apretón de manos el acuerdo con Andrés Sánchez, de la AECC. - Foto: A. P.

El consejero de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha, Marcial Marín, firmó ayer un convenio marco de colaboración con el presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer en Albacete, Andrés Sánchez Ortega, que llegará a unos 9.000 escolares de más de una veintena de centros educativos. El objetivo es promover la adopción de modos de vida y comportamiento sanos en relación con la alimentación y el ejercicio físico, en niños desde Educación Infantil a Primaria, que se desarrollarán a través de programas educativos que se ofertan a todos los centros educativos de la provincia de Albacete, incluyendo centros públicos y concertados.

Marín destacó que «una concienciación temprana, practicar deporte y  mantener una alimentación sana, son la mejor medicina para prevenir enfermedades». En concreto, se refirió al problema de la obesidad infantil, que dijo, en nuestra región va en aumento.

 Además, esta acción se enmarca dentro del Plan de Acción Global del Gobierno regional Castilla-La Mancha +Activa, destinado a promover y mejorar los hábitos saludables de la población a través del deporte y la actividad física, la alimentación equilibrada y la vida sana en toda la comunidad.

La aportación que en esta ocasión realiza la Consejería a la AECC es de 12.000 euros, que permitirá  sufragar dos de los cinco programas que en el ámbito educativo  viene desarrollando desde el año 2007 la asociación en la provincia. Además, con la firma del acuerdo marco, estos programas se van a extender al resto de las provincias de la comunidad, a través de las juntas locales de la AECC.

El consejero de Educación aseguró que en función del grado de satisfacción que se obtenga de estos programas, como así se ha solicitado a los responsables de los mismos de la AECC, que hasta ahora es de nueve sobre 10, se irá prorrogando el convenio e incluso ampliando la cuantía económica en próximas anualidades, «ya que lo que queremos desde el Gobierno regional es colaborar para contribuir a reducir las elevadas tasas de sobrepeso y obesidad infantil que tenemos en Castilla-La Mancha, donde  uno de cada dos escolares de entre 6 y 10 años tiene problemas de sobrepeso u obesidad».

Marcial Marín subrayó que «los niños son los mejores embajadores de hábitos de vida sanos y saludables, lo que aprendan en el colegio lo practicarán en casa con el resto de la familia».

Programas. En concreto, los programas educativos de la AECCque financia fruto de este acuerdo la Junta son dos: Comer bien ¡es divertido!, orientado al desarrollo de hábitos de vida saludable referidos a alimentación y actividad física. Consiste en enseñar a los niños una serie de conceptos sobre el desarrollo de estos hábitos a través de charlas guiadas y dirigidas a niños de 4 a 12 años, con una metodología activa y participativa de trabajo en grupo, con mensajes sencillos y prácticos que faciliten el cambio de hábitos. El otro programa es la obra de guiñol ¡Con las manos en la masa!’, que consiste en una representación teatral donde los protagonistas Fogones y Sartenitas trasladan a los pequeños propuestas de menús más sanos y nutritivos. Los destinatarios de esta actividad son niños y niñas de 7 a 10 años.

A estos programas se suman otros tres más: El Bosque Encantado; Actúa contra el cáncer, Actúa por tu salud, y Acércate a la investigación.

Las actuaciones de los cinco, según informó el presidente de la AECC, han llegado a más de 19.000 alumnos de 84 colegios de la capital y la provincia.

Todos ellos van dirigidos a la prevención y la promoción de la salud de la población infanto-juvenil de la provincia mediante charlas divulgativas, formación on line o juegos de educación emocional cuya finalidad es dotar a los niños de las estrategias de control emocional necesarias que puedan convertirse en elementos protectores del consumo de tabaco y alcohol en el futuro.