Las 76 zonas de juegos se revisarán al menos una vez cada 10 días

Maite Martínez Blanco
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El Ayuntamiento saca a concurso por dos millones de euros para los próximos seis años la conservación de las áreas infantiles y de las zonas de elementos biosaludables

El desgaste propio del uso y el vandalismo son los principales enemigos de las zonas de juego infantiles, pequeños oasis infantiles que abundan en la ciudad. En Albacete hay 72 áreas con balancines, columpios y toboganes para los más pequeños, y otros cuatro espacios donde se han instalados elementos biosaludables dirigidos al público adulto. En total, son 76 las áreas de juego, unas instalaciones que ocupan 14.441 metros cuadrados, que no son pocos.

Para asegurarse un buen estado de las instalaciones, el Ayuntamiento de Albacete ha convocado un concurso para contratar a una empresa que al menos cada 10 días revise todos los elementos y que repare aquello que se encuentre en mal estado. El contrato que se ofrece es de cuatro años, con opción a una prórroga de otros dos, y el valor estimado es de dos millones de euros, cuantía que podría rebajarse algo en la adjudicación final pues uno de los criterios que se tendrán en cuenta a la hora de elegir la empresa es la oferta económica que haga.

arena, gravilla y goma. Pero el dinero no es lo único que se valorará, también se premiará la celeridad en las tareas de conservación rutinarias y las reparaciones de elementos rotos por actos vandálicos y se primará aquellas que dispongan de más medios humanos. Se les exigirá tener al menos dos equipos de campo formado por un oficial y un operario a jornada completa.

También obtendrán más puntuación las que ofrezcan ofrezcan crear nueva áreas de juegos o cambiar el pavimento de arena o garbancillo por pavimento sintético. «Muchos padres nos piden que cambiemos el suelo y pongamos superficie reabsorbente, y lo iremos haciendo con cargo a las mejoras que nos ofrezcan las empresas en los contratos, pero hay que señalar que todos los pavimentos de los parques de Albacete, incluidos los de arena o gravilla, son igual de seguros», subrayó la concejal de Medio Ambiente, Rosa González de la Aleja.

El pavimento sintético es demandado por los mayores porque es más limpio, pero donde hay arena o gravilla las posibilidades de juego para los niños son mayores. Los areneros se receban una vez cada tres meses y donde hay pavimento sintético se parchean los desperfectos siempre que sea posible.

En el año 2000, el Ayuntamiento de Albacete acometió una profunda reforma de las áreas de juego infantiles y suprimió aquellas que no cumplían con la normativa. Tres años después, se crearon zonas nuevas y el año pasado hubo una reposición de piezas en mal estado. A día de hoy, aseguran desde el consistorio, la calidad de nuestros parques de juego es bastante aceptable, «nos lo dicen los fabricantes de juegos, que para ser una ciudad de tamaño medio, tenemos unas zonas de juego de buen nivel».

La empresa que se contrate ahora no solo velará por el buen estado de los elementos de juego, es decir, columpios, balancines, carruseles y toboganes, sino que también se debe de encargar de reparar las superficies de absorción de impactos, los bordillos y vallas que separan las zonas de juego y los carteles informativos. La limpieza y la eliminación de pintadas y el repintado de los juegos también correrá por su cuenta.

Aunque hay piezas que se desgastan por el uso diario, la mayor parte de las reparaciones y reposiciones que se hacen son la consecuencia de actos incívicos o de un mal uso. «Rara vez hay incidentes por el uso cotidiano, el 90% de las reparaciones son por vandalismo», lamentó la concejal, que advirtió del elevado coste que tienen las piezas de estos juegos, «el asiento de un columpio para bebés puede llegar a costar hasta 400 euros».

gamberradas. Incendios y robos de piezas de los juegos son algunas de las gamberradas que han sufrido los parques de la ciudad. La primavera es la peor época. En los últimos tiempos, uno de los daños más notables es el deterioro de los asientos de los columpios por mordeduras de los perros, «hay algunos dueños irresponsables que juegan con sus perros a mover el columpio y que éstos los detengan con la boca y eso está causando daños».

Otra gamberrada frecuente es estropear los carteles en los que se informa al ciudadano del buen uso de las zonas de juego y donde figura un número de teléfono disponible para que los usuarios alerten de las deficiencias que encuentran.

Con cargo a este contrato, la empresa deberá renovar esta cartelería. Desde el Ayuntamiento, instaron a los adultos que acompañan a los niños a estas zonas de juego a utilizar este teléfono y avisar de cualquier desperfecto. No siempre el elemento roto se puede reparar en el momento, a veces hay que esperar a que haya piezas disponibles. El plazo que da el Ayuntamiento para reponer elementos rotos es de 15 días y como máximo un mes. En estos casos se precinta el juego para evitar que los pequeños se hagan daño, «pedimos a los adultos que cuando vean un juego fuera de uso no dejen a los niños que los utilicen, pueden hacerse daño».

Tan importante como reparar las piezas rotas, es mantener en buen estado los juegos. y los juegos infantiles se limpian al menos una vez al mes para eliminar pintadas y otras suciedades; también dentro de las tareas preventivas está revisar los tornillos, engrasar los elementos móviles y comprobar que las sujeciones están en buen estado.