Arantxa Carmona: «Los conservatorios y la danza necesitan más apoyo»

Ana Martínez
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La folclorista y coreógrafa del Ballet Nacional de España ofreció una clase magistral en el departamento de Danza del Real Conservatorio Profesional de Albacete

Ha sido invitadas a Los Viernes del Real, novedosa iniciativa del departamento de Danza del Real Conservatorio Profesional dependiente de la Diputación. Reconocidos y prestigiosos profesores, coreógrafos, pedagogos y bailarines irán impartiendo master class a los alumnos, no sólo para reforzar su formación, sino también para enriquecer sus talentos. Arantxa Carmona ha pasado por las aulas de la calle Isaac Peral para dejar su impronta y sus años de experiencia en la escuela bolera y en el folclore.

¿Cómo fue el encuentro con el departamento de Danza del Real Conservatorio de Albacete?

El objetivo de mi visita era hacer una revisión curricular y metodológica de la programación que se imparte en el departamento de Danza. Revisamos los contenidos para hacer un nuevo planteamiento y una nueva programación, porque las docentes han visto la necesidad que tienen de reciclarse, de buscar una programación más adecuada y más viva y de intentar una mejora en la metodología y la didáctica. Luego hicimos una aplicación didáctica de todas las metodologías. Para los alumnos fue una master class al uso con escuela bolera, ejercicios y variaciones y la dinámica de mi trabajo, pero para el equipo docente fue poner en práctica lo que habíamos hablado.

¿En qué aspectos tendría que cambiar esta programación metodológica del Real Conservatorio de Albacete?

En realidad no es un tema de programación, sino de horarios. Tienen muy pocas horas para poder hacer un trabajo comparado con las enseñanzas del Conservatorio de Madrid. Tienen un horario muy escaso y el profesorado tiene que ajustar mucho los tiempos, sobre todo tiene que hacer un planteamiento metodológico y didáctico en la misma línea, cohesionar su trabajo, ser conscientes de la carga que llevan todos; deben tomar conciencia de que tienen que hacer más trabajo de grupo, en equipo, y no significa que no lo estén haciendo, sino que deben sentarse a reflexionar cómo poder mejorar para si no pueden aumentar el número de horas, que sería lo ideal, hagan un trabajo mucho más eficaz.

Reconocida folclorista en este país, ¿cómo se encaja el folclore, esa danza tradicional del pueblo, a un conservatorio, a una enseñanza profesional reglada?

Una cosa es el folclore al uso, el folclore de raíz, que es el que promueven y difunden los grupos de tradición, y otra cosa es el folclore como disciplina que puede enriquecer al alumno, no sólo en su formación, sino también porque tiene una serie de cualidades que retroalimenta al bailarín. El folclore es la raíz y su enseñanza es fundamental en un conservatorio, porque tiene una dinámica que no tiene ninguna otra disciplina. El folclore socializa, ayuda al trabajo en grupo, a tener ciertas capacidades... La tradición es la llave para no perder la dinámica y los aspectos creativos.

¿Qué beneficios aporta al bailarín en ciernes?

La capacidad humana de bailar es innata. Cuando a los niños pequeños se les intenta transmitir la técnica de la danza a nivel general, está claro que mejoran técnicamente, pero por el camino pueden perder esa dinámica natural que tienen. La tradición es la herramienta fundamental para que el alumno no pierda su movimiento natural y eso sólo lo puede conservar el folclore.

¿Qué diferencia existe entre el folclore que baila un grupo de coros y danzas y el que se enseña en un conservatorio?

Un conservatorio no puede pretender hacer un folclore cercano al pueblo como lo hace un grupo de coros y danzas. Lo que hace un conservatorio es estilizar el folclore, porque un bailarín recibe una completa formación y eso no se puede evitar. Aquí tenéis al grupo Danzas Magisterio, al que admiro y quiero mucho. Nosotros nunca haremos lo que hacen ellos, pero tampoco es nuestra idea, cada uno tiene su labor. Lo que sí está claro es que no se puede estilizar ni coreografiar nada que no se conozca. El objetivo de un grupo de folclore no es el mismo que el de una compañía de danza. El Ballet Nacional de España tiene una serie de bailarines de étile que hacen un baile lo más cercano posible al folclore, pero con movimientos mucho más estilizados. El Ballet Nacional lo que hace es llevar el folclore a los escenarios con una gran estilización y con coreografía más actuales, más contemporáneas, que tienen como base rigurosa el folclore y sus cualidades.

¿Qué opina de que ciertos territorios y comunidades autónomas se atribuyan ritmos y bailes que, supuestamente, existían en otras zonas más lejanas, léase, por ejemplo, la gaita?

Los ritmos son de todo el mundo. Otra cosa es que ciertos territorios se los hayan atribuido. La necesidad de bailar, de reír, de enamorar, de besar... no tiene nacionalidad, es universal. La riqueza del folclore en España está más que demostrada, es una auténtica belleza. Aquí la única diferencia está condicionada por los estudios que se han hecho. Es cierto que sociedades del norte de España tienen más estudios porque también han tenido unos gobiernos que han apoyado el folclore. Pero eso no significa que el de Castilla-La Mancha tenga menos valor. En determinadas zonas de este país, muchos gobiernos han querido darle más visibilidad al folclore y lo han usado para promocionarse, cosa que les ha salido muy bien.

¿Con qué grado de preparación llegan los jóvenes que acaban el Profesional a las compañías de danza?

Da la casualidad de que en el Ballet Nacional de España, los alumnos proceden del Mariemma, casi todos son exalumnos míos. En general, el nivel de danza española es muy bueno, la formación es estupenda y tenemos bailarines francamente excelentes, pero también es cierto que los conservatorios y la danza necesitan más apoyos de las instituciones públicas.