Muestra de talento musical

V.M
-

La trigésimo octava edición del Concurso Nacional de Jóvenes Pianistas 'Ciudad de Albacete' arrancó ayer con la recepción de los participantes, el inicio de las eliminatorias y un concierto inaugural a cargo de Alejandro Algarra

Una de las citas de referencia dentro del ámbito musical albacetense, el Concurso Nacional de Jóvenes Pianistas Ciudad de Albacete, que proyecta el nombre de la capital por toda España y cumple este año su trigésimo octava edición, arrancaba ayer en el viejo Ayuntamiento con la recepción de los participantes, el posterior inicio de las pruebas eliminatorias en el Auditorio Municipal y un concierto inaugural que estuvo a cargo del pianista granadino Alejandro Algarra, miembro del jurado y que ya ganó el certamen hace 10 años.

El evento reúne en esta ocasión a 26 solistas de entre 14 y 29 años de edad, lo que supone un importante incremento respecto a 2017, tal y como comentaba Agustín Peiró, presidente de Juventudes Musicales de Albacete, asociación que lo promueve.

«Si tuviera que resumirse con unas palabras lo que representa este Concurso -añadía- podría hablarse de espíritu de servicio, porque cuando uno tiene algo valioso cuanto más se comparta con los demás, más cumples con tu obligación y satisfaces el privilegio de difundirlo; en ese sentido la música es un bien privilegiado y en el mismo acto de bienvenida ponía como ejemplo al alcalde la película de Encuentros en la tercera fase, de Steven Spielberg, en la cual una civilización ajena aparece en la Tierra y tiene que buscar una forma para comunicarse, recurriendo a la música y concretamente a una partitura del compositor norteamericano Aaron Copland... es una metáfora del poder de la música como instrumento para expresar sentimientos y emociones».

Mientras sonaban unas notas al piano de Franz Liszt, Peiró consideró que el nivel mostrado en el Concurso de Jóvenes Pianistas no está al alcance de cualquier intérprete, «hace falta un talento y una capacidad de trabajo realmente únicos, por ejemplo en el jurado de este año tenemos a tres participante en el certamen, dos de ellos que llegaron a ganarlo y otra chica que no llegó a la final, pero demostró un nivel magnífico». También puso de relieve que para los concursante se trata de «una experiencia sumamente enriquecedora» en sus carreras.

En el Auditorio Municipal La Tribuna de Albacete pudo charlar con algunos de estos jóvenes que demostrarán su talento ante un jurado muy cualificado en los próximos días, interpretando un Preludio y Fuga de Bach a elegir y piezas del período barroco, clásico y romántico. Era el caso de Germán García Pérez, de 22 años de edad, procedente de Granada y que actualmente realiza un máster en Amsterdam, que destacaba la relevancia del certamen y confesaba tener algunos nervios. «Dentro de los concursos nacionales, el de Albacete tiene mucha historia y es de los más potentes por el nivel demostrado año tras año», aseguraba.

Por su parte, Águeda Mesa Fernández, natural de Algeciras y que cursa cuarto curso del Ciclo Superior en el Conservatorio de Granada, confesó estar tranquila y dijo que fue su profesor quien le animó a presentarse. La joven reconocía que este Concurso es una magnífica ocasión para intercambiar experiencias con otros intérpretes fuera del ámbito académico.

El valenciano Pau Fernández Benlloch, que se forma en la Academia Sibelius de Helsinki, coincidía en la importancia que supone «poder relacionarte con gente de tu mismo campo, compartir vivencias y ser consciente de cómo funciona el mundo de la música hoy en día». En su opinión, un aspirante a ganar este tipo de concursos debe, además de poseer una sólida capacidad técnica, «intentar mostrar una personalidad que pueda diferenciarte del resto».

(Más información en la edición impresa).