Cada mes, de media, 27 personas son condenadas por conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas en la provincia, lo que convierte este delito en el más habitual de los que se cometen contra la seguridad vial.

En concreto, el pasado año 325 ciudadanos fueron condenados por ir ebrios o drogados al volante, frente a los 320 del año anterior, según los datos facilitados a La Tribuna de Albacete por el fiscal delegado en Seguridad Vial en la provincia de Albacete, Juan Pedro Guillén Oquendo. De esas 320 condenas sólo cuatro de ellas fueron por conducir bajo los efectos de los estupefacientes, siendo las 316 restantes por alcoholemia. Además hay que destacar que 20 de estos conductores se negaron a realizar la prueba de alcoholemia o drogas, seis más que en el año anterior.

El segundo delito más habitual en esta materia es conducir sin haber tenido nunca permiso, con 131 casos, frente a los 130 contabilizados en 2016. 

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