Muchos son los albacetenses que continúan necesitando de la solidaridad para poder alimentarse o medicamentarse, así como para pagar su alquiler o suministros tan básicos como son la luz, el gas y el agua. Y es que las necesidades que empezaron a salir a la luz conforme la crisis económica empezó a tomar forma y continuaron a más conforme la crisis se hacía más palpable no sólo siguen estando muy presentes sino que, además, lejos de ir a menos van a más, al menos así lo perciben Cruz Roja, el Banco de Alimentos y Cáritas Diocesanas.
Hasta las dependencias de estas ONG no dejan de acudir, fundamentalmente, familias con hijos y en cuyos hogares no entra ningún ingreso porque todos sus miembros están en paro y se les ha acabado, además, todo tipo de subsidio, ayuda o prestación, y en menor medida, personas mayores que tienen a su cargo varios miembros de la unidad y sólo cobran la pensión. Luego están los inmigrantes, aunque en términos de porcentajes, hoy por hoy son más bien pocos en comparación a los nacionales. La oficina de intervención social de Cruz Roja Albacete atiende de media al día, sólo en lo que es la capital, unas 40 personas en situación de vulnerabilidad social, pero es que, además, dado que salvo en casos de urgencia se funciona con cita previa, ya se están concediendo atenciones para dentro de mes y medio, según informa la directora de intervención social, Gloria Salinas.
Cruz Roja Albacete atendió en el 2013 las primeras necesidades de 3.743 unidades familiares y realizó 11.640 prestaciones que beneficiaron a 8.575 albacetenses entre toda la provincia. Al año siguiente, es decir, el 2014, las unidades familiares atendidas fueron 4.022, las prestaciones realizadas 14.609 y 10.192 los beneficiarios. Ya en el año en el que estamos, sólo entre enero y marzo las unidades familiares atendidas son 1.010 y 2.153 las prestaciones realizadas y casi 3.000 los albacetenses a los que ha llegado ya la intervención social de esta ONG. No obstante, sea en el 2013, como en el 2014 o en el primer trimestre del 2015, el 70% de las intervenciones que hace Cruz Roja se circunscriben a la capital.
La alimentación se les hace llegar de dos formas. Por un lado, y principalmente, vía un vale para su canje posterior en un supermercado y de esa manera también puedan adquirir productos frescos. La cuantía oscilará entre los 60 y los 120 euros en función de los miembros de la familia y se da cada tres meses.
Y por otro, aunque en menor medida, vía lotes de productos no perecederos procedentes del recién creado Fondo Europeo de Ayuda a los más Necesitados (FEAD) y que esta ONG junto al Banco de Alimentos son las encargadas de su distribución y de su reparto.
Este año serán tres las entregas que vendrán, aunque todavía, dice Gloria Salinas, aún no ha llegado ninguna (la primera se espera que llegue en coincidencia con el verano). Los lotes que se darán se harán asimismo en función de los miembros de la familia a partir en este caso, no obstante, de los siguientes productos: arroz blanco, garbanzos, alubias, leche, pasta, galletas, tomate frito, leche de continuación, judía verdes, tarritos infantiles, aceite de oliva, cereales infantiles, atún y fruta en conserva y crema de verduras.
Cuando la petición tiene que ver con el pago de alquileres o de suministros sobre los que, como se dice coloquialmente, planea la amenaza de corte, Cruz Roja cubre la necesidad o bien con una transferencia, siempre y cuando, no obstante, el solicitante no tenga las cuentas bancarias embargadas, o bien directamente en metálico o con un cheque. Y ya si la persona lo que está solicitando es de ayuda sanitaria, es decir, necesita de un medicamento, se le derivará a una de las oficinas de farmacia colaboradoras que Cruz Roja tiene a lo largo de la provincia a donde irá el beneficiario con su receta, no en vano, la única condición que se le va a exigir es ir con una preinscripción médica.
Ahora bien, las intervenciones de Cruz Roja, concluye diciendo Gloria Salinas, no sólo cubren las necesidades básicas de farmacia, supermercado o recibos sino que van más allá, o dicho de otra manera, «si un niño o un adulto necesitan unas gafas también se les compran, y lo mismo pasa con un producto ortopédico o con el material escolar, por citar otros tres supuestos».
BANCO DE ALIMENTOS. El Banco de Alimentos comenzó a funcionar en Albacete en 1994 y en aquel entonces se repartieron 15.000 kilos de alimentos, 20 años después, es decir, el pasado año, no sólo se recogieron casi un millón y medio de kilos, en concreto, 1.464.000, sino que, además, esta cantidad supuso casi un 18% más que la del 2013. Ya que, como indica el director del citado Banco, «aunque sabemos que no vamos a poder cubrir el 100% de las necesidades que nos hacen llegar al menos lo intentamos». Sólo el pasado año las entidades sociales que llenaron sus despensas con este Banco fueron 146 con 13.098 beneficiarios en la provincia.
En el 2015 las entregas continúan al mismo ritmo gracias a las existencias que se habían reservado de la gran colecta que hubo a finales de noviembre y a las aportaciones que están llegando vía las colectas que han comenzado en las grandes superficies en este mes y que tendrán continuidad en mayo (ya ha sido en Carrefour y los próximos días 8 y 9 será en Mercadona, el supermercado del Corte Inglés, Supercor y Superalba y más adelante en otros como Consum y La Despensa).
En cuanto a la ayuda alimentaria que viene de Europa no será hasta principios de junio cuando se espera que llegue la primera de estas ayudas y ya entre septiembre y octubre la segunda; una ayuda, la europea que en definitiva viene a suponer entre un 20 y un 25% del total que las necesidades que se atienden por el Banco de Albacete a lo largo de un año.
Según comenta el director del Banco de Alimentos de Albacete, José Antonio García, como mínimo se hace una entrega al mes a cada una de las asociaciones adscritas. Otra cosa, no obstante, es que surjan necesidades puntuales que atender y pueden ser cubiertas de inmediato o que entren cargamentos de frutas y hortalizas (hoy por hoy están entrando con una frecuencia de entre 25.000 y 30.000 kilos cada dos semanas y, además, con variedad) pues entonces tocará llamar a todos los que están autorizados para este tipo de recogida para que vengan pues si no se corre el peligro, hasta que no se haga la nave nueva, de que se pierdan el productos.
A las colectas en los supermercados, a los productos que se financian vía Europa, a lo que viene derivado de otros Bancos de Alimentos y a las entregas que hacen los productores de frutas y hortalizas, la solidaridad albacetense con los más necesitados también llega al Banco vía las empresas de forma directa o indirectamente con la recogida de alimentos entre los trabajadores, como la que se ha llevado a cabo a nivel nacional en todos los centros de Correos.
Con independencia de cuál sea la procedencia de los alimentos, los lotes que se entregan por el Banco de Alimentos se hacen a partir de lo que hay en esta despensa, en donde, nunca faltan dos de los productos estrellas de primera necesidad, pasta y el arroz, y en cuanto a la cantidad, ésta, no obstante, dependerá del número de usuarios que tengan la asociación que haya pedido la ayuda.
Están las asociaciones pero luego también están todos esos ciudadanos que a título particular se acercan hasta las instalaciones del Banco en la Lonja Municipal en busca de alimentos. En este caso, comenta su máximo responsable en la provincia, se opta por remitirles a las asociaciones que cubren la zona en donde viven y forman parte del listado con el que funciona este Banco, e incluso en más de una ocasión desde el Banco se les hace directamente el trámite para que sea atendidos, ya que como indica García, «con la entrega puntual que nosotros podamos hacerles no difícilmente se les va a solucionar el problema».
A diario trabajan en el Banco de Alimentos de Albacete entre 15 y 20 voluntarios; una cifra que puede subir hasta los 300 cuando se trata de una colecta o rozar el millar si de lo que hablamos es de la gran colecta, entre los recogedores y los clasificadores. Asimismo como mínimo pasan al día entre ocho y 10 entidades sociales por el Banco para suministrarse porque, concluye García, «si grande es la solidaridad albacetense grande también son las necesidades que siguen habiendo».
CÁRITAS DIOCESANA. Cáritas Diocesana, aunque atendió entre enero y diciembre del pasado año más o menos al mismo número de albacetenses que en el 2013, lo que sí que está notando es que a pesar de que las cifra se mantienen, las ayudas que tienen que darle es mayor, comenta la presidenta de Cáritas Diocesana de Albacete, Carmen Escribano. En el 2013 fueron 2.300 las unidades familiares que acudieron a pedir ayuda y 10.600 las personas atendidas. La atención que se les presta, explica Escribano, no sólo se ciñe a llenar sus neveras sino que es una intervención mucho más amplia o global, porque, comenta a continuación, «nosotros entendemos que quien necesita de un kilo de arroz necesita seguramente también de muchas cosas más. Les ayudamos dándoles bolsas con alimentos básicos a través de las Cáritas parroquiales (sólo en la capital hay 19) y pagándoles los suministros e incluso comprándoles una bombona de butano o una estufa si la requieren, pero también vemos que necesidades tienen en cuanto al empleo, al tiempo que sus hijos están en nuestros programas de infancia».
Lo que son los alimentos se suelen dar una vez al mes o cada 15 días, dependiendo de la parroquia de la que estemos hablando, y los recibos Cruz Roja los abonará cuando lleguen y directamente en la entidad financiera que corresponda. No obstante, cada tres meses se revisará la situación de las familias a fin de «ajustar lo más posible la ayuda a sus circunstancias pues no sólo hay que darles el pez pues también hay que enseñarles a pescar», subraya Carmen Escribano.
Además, pensando en aquellos que tienen unos ingresos, aunque sean pocos pero suficientes cómo para poder pagar algo de alimentación, está el economato solidario en el cual, como es conocido, el comprador sólo abonará el 25% del producto mientras que el 75% restante lo pagarán las entidades que los derivan. Sólo en el 2014, el año en el que se puso en funcionamiento, esta ONG destinó a este servicio unos 32.000 euros, y unas 260 las familias que pasaron por él.
Para hacer frente a todo esto, Cáritas dispone de las cuotas de los socios y de donativos puntuales, uno de ellos, la conocida como la ‘doble x’ de la declaración del renta. El año pasado Albacete recibieron de la Conferencia Episcopal más de 70.000 euros, de los que de esta casilla salieron 6.700 euros.