Ante una climatología adversa nada se puede hacer, pero bien es cierto que de ésta depende que la temporada de Tascas sea mejor unos años que otros. Abril y mayo son los meses más fuertes para estos negocios hosteleros y, este año, el tiempo les respetó, pues no se dieron muchos días de lluvia y las buenas temperaturas hicieron que los ciudadanos aprovecharan los días para disfrutar de las instalaciones al aire libre que ofrecen las tascas y comer los primeros caracoles de la temporada.

Desde las Tascas de los caracoles, como se les conoce tradicionalmente, afirmaron que este año ha sido muy parecido a ejercicios anteriores y, aunque no están para tirar cohetes, no se quejan, pues dicen tener sus clientes fijos todos los años y algunos que por el boca a boca llegaron por primera vez hasta sus instalaciones.

Eso sí, destacan que hay un antes y un después en las Tascas. La crisis económica hizo cambiar los hábitos de consumo entre la mayoría de españoles y, como no, entre los albacetenses y, desde 2008, por miedo a lo que pudiera suceder o a lo que ocurrió, los ciudadanos se apretaron el cinturón y eso se notó en todos los ámbitos.  

«Desde hace más de cuatro años no hemos cambiado los precios», afirmó Yolanda Ortiz, propietaria de la Tasca Visca El Barça, indicando que «nos ajustamos el cinturón, intentamos dar servicio y dar calidad y aquí estamos para lo que necesiten».

La gente ahora consume menos que hace unos años, pero desde las Tascas no quieren protestar después de haber llegado al final de la temporada «sin problemas y sin incidencias» que lamentar, destacó Ortiz, que lleva más de 40 años dando servicio en las Tascas de los caracoles y espera poder seguir en próximas temporadas para volver a dar la bienvenida a sus clientes y a todos los ciudadanos y visitantes que se quieran acercar para conocer la peculiar gastronomía manchega que se ofrece en estos «chiringuitos». Lomo de orza, forro, rabo, oreja, ensalada manchega, pinchos morunos, montaditos de todo tipo, mancheguitos y, como no, caracoles, son algunos de los platos que ofertan las 15 tascas que se ubican cada año a lo largo del Paseo de laFeria desde el 1 de abril y hasta el 20 de agosto.

por meses. Los meses buenos de estos establecimientos hosteleros son el primero, abril, cuando empieza a hacer buen tiempo y la gente lo coge con ganas, y mayo, con las comuniones y el Día de la Madre, actos que muchos albacetenses gustan celebrar en las tascas. Yolanda Ortiz manifestó que llevaban años en los que estos meses se estropeaban y las precipitaciones eran la tónica habitual de estas fechas, pero este año no fue el caso y eso siempre es de agradecer. Recordarán lluvias intensas como las del 11 de junio, el 31 de julio y el 19 de agosto.

Y lo que peor han llevado este año ha sido el excesivo calor del mes de julio. «Hemos tenido una ola de calor de mes y medio, desde San Juan y hasta hace una semana, y eso se ha notado aquí y en todas las terrazas de Albacete. Llegaban las 10 de la noche y la gente no había salido de sus casas y algunos ni salían. Eso nos ha afectado bastante», aseguró Ortiz.

Algo que refrendó también Pepi Sáez, de Nuestra Tasca, quien detalló que «pese al calor del mes de julio, hemos aguantado, aunque lo hemos pasado mal».