Habrá que esperar para conocer el desenlace del proceso judicial que se sigue contra una pareja acusada de un delito continuado de abusos sexuales sobre su hija de 13 años, abusos cometidos presuntamente por el padre pero de los que era conocedora la madre. Son los hechos que constan en la acusación de la Fiscalía, pero que ahora deberán ser probados.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial programó el comienzo del juicio para ayer, pero la imposibilidad de comparecer de dos testigos de importancia hizo que el ministerio público pidiera la suspensión, a la que no se opusieron los abogados de los procesados. El tribunal acordó posponer la vista hasta que todos los testigos que están propuestos estén en condiciones de declarar. Los procesados sí ocuparon el banquillo de la Audiencia para escuchar los motivos de la suspensión de la vista. Los hechos a juzgar son gravísimos, y por eso también son elevadas las penas que inicialmente  solicita la Fiscalía, 12 años para el padre, y seis años para la madre. Además, se pide que los dos indemnicen a la hija en 50.000 euros en caso de condena.

<b>DURANTE CINCO AÑOS.</b> Según la denuncia que sostiene la Fiscalía, la menor sufrió abusos entre 2007 y 2012, cuando en el mes de septiembre la menor contó lo que pasaba a una tía suya y dejó el domicilio familiar. La acusación pública relata que la madre le decía a la menor «que se acostara con su padre porque ella no tenía gana de hacer nada», y de esa forma la menor dormía en la cama de matrimonio con el padre «varias veces por semana», momento en los que tenían lugar los abusos sexuales. Los hechos estuvieron sucediendo desde 2007 «hasta el mes de septiembre de 2012», y la acusación sostiene que la madre de la menor era «conocedora de lo que pasaba», y pese a que la menor se negaba a las relaciones sexuales, la madre «le decía que se tenía que acostar con su padre».

La Fiscalía indica que la menor sufre secuelas por los episodios que tuvo que sufrir mientras vivía con sus padres. Tiene estrés postraumático y sintomatología ansiosa depresiva que es «compatible con una vivencia de abusos sexuales». Además de las penas de cárcel y la indemnización, que pagaría en mayor proporción el padre, en caso de que los hechos resulten probados la Fiscalía Provincial, también pide que los padres no puedan acercarse a la víctima, durante 14 años en el caso del padre y ocho años para la madre. La denunciante tiene ahora 20 años.