La primera reunión bilateral entre el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y el presidente francés, Emmanuel Macron, ha estado en el aire en las últimas horas por la crisis derivada tras la negativa del Gobierno de Roma de permitir al buque Aquarius desembarcar en alguno de sus puertos. Una decisión que fue duramente criticada por el dirigente galo y que abrió una guerra diplomática entre ambas naciones. Sin embargo, el propio Conte anunció ayer que la cumbe sí tendrá lugar hoy y que viajará a París, después de que Macron le llamase para pedirle disculpas.

«El problema con Francia ya ha pasado», aseveró el transalpino, que agregó que ahora la prioridad con su vecino es «cambiar la normativa de asilo en la UE».

El premier indicó que el inquilino del Elíseo le espetó que nunca quiso «ofender a Italia o al pueblo italiano» con sus palabras, en las que tildaba de «cínica» la postura de Roma. Asimismo, destacó que siempre estuvo a favor de «más solidaridad europea con Italia» y coincidió con Conte en la necesidad de «reforzar» la cooperación bilateral y con la Unión Europea en materia de migración.

Desde París, un portavoz presidencial también destacó que ambos mandatarios coincidieron, horas antes de encontrarse en la capital gala, en que es preciso «una mejor gestión de las fronteras y un mecanismo de solidaridad» para redistribuir a los solicitantes de asilo que llegan al bloque.

Por ello, los dos buscarán hoy un acuerdo para presentar nuevas propuestas en este asunto antes de la cumbre comunitaria que se celebrará a finales de mes.