Más de 10.000 personas repartidas en diferentes grupos y con un mismo destino, cruzar la frontera de Estados Unidos desde México, mantienen en vilo desde hace casi un mes al inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump. Todos ellos son migrantes centroamericanos, en su mayoría procedentes de Honduras, pero también de El Salvador y Guatemala, e insisten en que quieren «lograr el sueño americano» al pisar EEUU.

No existe un origen claro para esta caravana, que inicialmente partió del norte de Honduras con 1.000 integrantes, a los que se fueron sumando a su paso más ciudadanos que quieren buscar una nueva vida. Lo que está claro es que la convocatoria se extendió por las redes sociales y miles de personas la han secundado. Incluso, han salido otros movimientos similares, todos ellos con un mismo destino: un país al que Trump no está dispuesto que entre nadie.

Tres expediciones se han adentrado ya en la nación azteca, última parada antes de Estados Unidos. Y una de ellas se encuentra a menos de 500 kilómetros de la frontera.

Por el camino, las autoridades de Guatemala y de México se habían negado a dejar pasar a indocumentados a sus territorios. Pero todos ellos lo han hecho. Es más, en el último de los casos, el Gobierno de Enrique Peña Nieto llegó a lanzar el plan Estás en tu casa, con el ánimo de que los sin papeles se queden en el país norteamericano y olviden su proyecto de seguir hacia EEUU. Cerca de 3.000 personas se han acogido a ese programa, con el que intentarán pedir asilo o, al menos, esperar a que la situación se calme en la frontera.