Resulta inverosímil cuando no curioso que unos jóvenes universitarios, en este caso, estudiantes de Medicina, busquen una ONG con la que colaborar e implicarse como cooperantes durante sus vacaciones estivales y se encuentren con la desagradable sorpresa de que para ello tienen que pagar. Si bien Lorena Sajardo y Rubén Alcantud eran conscientes de que tenían que pagar de sus bolsillos el viaje hasta el país en desarrollo con el que fueran colaborar, su sorpresa fue cuando descubrieron que además tenían que abonar por su estancia allí durante varias semanas no menos de 800 euros, cuando en estos lugares el nivel de vida es tan bajo que quizás con 50 euros tendrían bastante para la manutención de todo un mes o aportar un currículum cargado de experiencia.
Afortunadamente, su incierta búsqueda inicial cambió a raíz de conocer a Lorenzo, un joven keniata que trabajaba como voluntario en un centro social en Aranjuez, quien les puso en contacto con la congregación religiosa a la que pertenecía y con la misión que llevaban a cabo en una zona periférica de Nairobi (Kenia), en Kayole, donde les ofrecieron trabajar de prácticas en su centro de salud. Allí les recibieron con los brazos abiertos y la estancia, a pesar de los momentos iniciales de miedo a lo desconocido que vivieron, resultó una experiencia inolvidable, que no han querido que quede en algún puntual y por eso a su llegada a Albacete decidieron crear una ONG de ayuda directa, para que otros jóvenes en su misma situación no tengan que sufrir las trabas y obstáculos que padecieron ellos. Y es que ni experiencia ni dinero, como les pedían a ellos, son imprescindible para poder ayudar a otras personas que sufren a diario por la falta de recursos económicos. Ilusión y ganas es suficiente para hacer una buena acción.
Kipekee es el nombre de esta nueva organización de voluntarios, que nace como un proyecto único y diferente. El objetivo de esta joven ONG, como explicó Lorena Sajardo Bautista, secretaria de la misma, y junto a Rubén Alcantud, presidente, fundadores, es realizar pequeñas acciones en las áreas más necesitadas de Kenia y Tanzania -el otro lugar donde estos dos jóvenes también trabajaron como voluntarios en verano- que consigan cubrir las necesidades básicas de cualquier persona. «Acciones con las que quizás no logremos cambiar el mundo ni erradicar la pobreza pero con las que si consigamos que algunas personas puedan vivir dignamente», señaló Lorena Sajardo.
Seguidores. Apenas ha echado a andar, pero esta joven organización que se constituyó el pasado mes de enero tras la aprobación de los estatutos, ya ha conseguido pequeños logros, sobre todo, una gran acogida, porque en apenas tres días desde la creación del grupo en Facebook ya cuenta con más de 700 seguidores, y van surgiendo nuevos candidatos a voluntarios. El primer proyecto de Kipekee pretende conseguir dinero a beneficio del centro de salud de Diwopa (Health Centre de Nairobi, Kenia), para comprar 50 mosquiteras valoradas en 60.000 chelines keniatas (unos 534 euros), 25 colchones valorados en 175.000 chelines keniatas (1.557,16 euros), 50 juegos de sábanas blancas, 25 juegos de sábanas azules y 25 almohadas por valor de 166,78 euros, con el fin de poder dotar al centro de salud de unas condiciones sanitarias adecuadas para tratar a los más de 100 pacientes que son atendidos cada día en esta instalaciones y que no pueden pagar los elevados costes de la sanidad en este país (no pagan las consultas pero sí los medicamentos).
También, esta organización ha programado una campaña de recogida de gafas, que comenzará la próxima semana, gracias a la colaboración de la mayoría de ópticas de Albacete. Asimismo, tienen pendiente hacer un concierto benéfico y unas jornadas de deporte solidarias, todavía por confirmar las fechas. En paralelo, Kipekee tiene en construcción su propia página web, que será www.kipekee.org, donde toda la gente interesada podrá informarse y hacerse socia si así lo desea. Mientras tanto pueden contactar en el siguiente corrreo: info@kipekee.org o en facebook (en la dirección www.facebook.com/kipekeeong).
Directo. Todo el dinero y material que obtengan de las donaciones y campañas se destinará a los proyectos que desarrollan en estos países, pero con la diferencia de que ese dinero no se enviará, sino que lo llevarán los miembros de la organización, los voluntarios de Kipekee, a excepción del dinero que se destine para el proyecto Apadrina un medicamento, donde periódicamente se manda una cantidad exacta, la que cuesta la medicación crónica de algunas personas que por sí mismas no pueden pagársela.
En Kipekee cabe cualquier persona que quiera trabajar y ayudar, que no le importe marcharse la ropa de tierra ni a agacharse a mover cajas llenas de donaciones. Kipekee necesita voluntarios que lleven la maleta cargada de ilusión.