Todo está preparado para el concierto del año que reunirá hoy, en el escenario del Carlos Belmonte a Pablo Alborán y Alejandro Sanz, con Rozalén como artista invitada. La expectación es importante; no quedan entradas y además hay grupos de jóvenes desde el martes guardando cola para tener a sus ídolos cerca.
Alberto Alfaro, desde la organización del evento, confirmó a La Tribuna de Albacete que «las puertas se abrirán a las 19 horas y se colocarán unas pancartas donde se marcarán todos los accesos, tanto a pista como a gradas o palcos. En cuanto al orden del concierto, comenzará con la actuación de Rozalén, a las 20,15 horas, y aproximadamente a las 21,30 horas subirá Pablo Alborán, y cierra Alejandro Sanz, sobre las 23 horas».
Podrían coincidir en algún momento Pablo Alborán y Alejandro Sanz, pero es una decisión de los artistas, «pero nosotros -decía Alberto Alfaro- esperamos que canten alguna canción juntos».
Confirmó Alfaro que está todo el aforo vendido, con unos 17.000 espectadores que ocuparán gradas, front, unas 1.500 personas que han comprado una especie de zona VIP; y a partir de ésta, pista.
Subrayó Alberto Alfaro que «un concierto en Albacete con estas dimensiones y que ha tenido esa enorme repercusión y cómo se agotaron las entradas, creo que estamos ante el concierto, no del año, posiblemente de la década».
Iñaki Gómez hablaba de las características del escenario, «que funciona para montajes de grandes dimensiones y como ejemplo se utilizó hace dos años con los Rolling Stones en el Santiago Bernabéu; también giras con los Rolling o Bon Jovi, con un montón de artistas internacionales».
En cuanto a sus características, decía, «es una estructura espacial que permite una gran capacidad de carga, adecuado para grandes espectáculo como éstos, que tienen una amplitud de visión muy grande, al estar apoyados solamente en cuatro torres. Desde la punta, donde empieza el montaje de luces de Alejandro Sanz y Pablo Alborán, hasta el apoyo hay nueve metros y todo el sonido queda ‘colgado’ por delante es como si estuvieras dentro de un palacio de deportes, porque ese sonido queda muy limpio». Son en ese escenario 50 metros de boca, 22 metros de altura y unos 25 metros de fondos. Montar algo así, lleva consigo un gran esfuerzo técnico y humano «porque empezamos a trabajar aquí el lunes y vamos a conseguir salir de aquí el martes», dijo Gómez.