Gaspar Panadero, futbolista nacido en Tarazona de La Mancha hace tan solo 16 años, pasó el pasado fin de semana a la historia de la Unión Deportiva Almería al convertirse en el jugador más joven en debutar con el primer equipo y además lo hizo en Primera División en el partido ante el Córdoba de la última jornada, algo que no había imaginado en sus mejores sueños.

La Tribuna habló ayer con este jugador formado en la cantera del Albacete Balompié y que hace dos años decidió marcharse al conjunto andaluz. Desde entonces su progresión ha sido notable, tanto que le ha permitido estrenarse en la máxima categoría. «Estoy muy contento porque esto es un sueño que se ha hecho realidad», señala Gaspar, que no duda en dar las gracias a Francisco, técnico del Almería y curiosamente exjugador del Albacete Balompié. «Le agradezco a Francisco que siendo tan joven me haya dado esta oportunidad».

El entrenador almeriense le dio consejos antes de entrar al terreno de juego para que el tarazonero estuviese tranquilo. «Me dijo que saliera sin nervios, como si estuviera en los juveniles y que estaba seguro de que lo iba a hacer muy bien».

Gaspar, que repite constantemente la frase «he cumplido un sueño», tiene ahora mismo 16 años y hasta el 9 de diciembre no cumplirá los 17 y no supo que iba a debutar hasta que lo llamaron para hacer el cambio. «Francisco me llamó y me dijo que saliera sin presión, la verdad es que no me lo creía y cuando terminó el partido es cuando me di cuenta porque es lo que he soñado desde pequeño. La verdad es que me quedé flipando cuando me dijo que iba a jugar». Era la primera vez que Gaspar iba convocado con el primer equipo para un partido oficial, aunque ya había jugado un amistoso en pretemporada.

Tampoco es un habitual en los entrenamientos con el primer equipo. «Normalmente lo hago con el filial y con el juvenil y algunas veces con el primer equipo». Por eso para él ha sido toda una sorpresa este debut. «Me llamó el lunes y estuve toda la semana entrenando, cuando dio la convocatoria y vi mi número fue una ilusión tremenda».

Su equipo es el juvenil que milita en División de Honor y que es líder de su grupo tras tres partidos y es titular indiscutible. Además ha jugador dos partidos en el Almería B contra el Melilla y el Sevilla Atlético, lo que demuestra que los técnicos del conjunto andaluz confían mucho en él. De hecho si el viernes había debutado en Primera División, el domingo jugó con el juvenil.

Revolución en tarazona. El debut de Gaspar en Primera División no pasó desapercibido ni mucho menos en Tarazona de La Mancha, donde el partido se vivió con una gran expectación. «La gente estaba en los bares y en las terrazas pegada a la televisión».

Su teléfono no ha dejado de sobar ni de recibir mensajes. «El teléfono ardía durante el fin de semana con un montón de mensajes felicitándome».

Se ha adaptado perfectamente a vivir en Almería a pesar de que la familia esté lejos. «Me adapté muy bien y, aunque los echo de menos, se aguanta porque vienen a verme cuando pueden», señala. Gaspar vive en una residencia «con todos los chicos de la cantera del Almería».

A pesar de su juventud, Gaspar mantiene los pies en el suelo porque «esto acaba de empezar, no se puede subir a la cabeza» señala, aunque sí reconoce que «es un paso muy importante y que se agradece mucho».

En cualquier caso, el mediapunta espera que esta aventura tenga continuidad «porque Francisco confía mucho en mí y yo se lo agradezco», asevera y tiene claro que «tengo que seguir trabajando con humildad».