Brasil no entiende de sorpresas y, con un gol de Paulinho y otro de Thiago Silva, derrotó ayer a Serbia para solventar como líder del Grupo E su pase a los octavos de final, donde se citará el próximo lunes con México. Puede que Neymar no haya encontrado aún la chispa que necesita para ser determinante y que Tite tenga problemas con las lesiones de sus laterales -ante los balcánicos se añadió Marcelo-, pero por el momento es el conjunto más sólido. Es el único ‘grande’ que sabe a lo que juega y que cuenta con suficiente magia para decantar el resultado de su lado, pero también con el equilibrio que le da Casemiro en el centro del campo y la solidez defensiva que echó en falta en otras épocas.