La crítica -
Por Juana Samanes
El Universo cinematográfico de Marvel aumenta con nuevos héroes, se trata de unos personajes creados en los años 70 por el autor de novela gráfica Jack Kirby en su etapa, digamos, más pseudo teológica donde, al parecer, se inspiró en sus creencias judías. Pero Kirby no es J.R. R. Tolkien, profundo como pocos cuando ideó mundos fantásticos inspirados en la Biblia que reflejó en su impresionante trilogía de El Señor de los anillos , por lo que las explicaciones de Kirby sobre la creación del cosmos son una auténtica caricatura.
Los eternos son una especie alienígena enviada a la Tierra por los Celestiales para ayudar a los humanos frente a los Desviantes, una raza de monstruos que pretenden hacerse con el planeta y cargarse a toda la humanidad. No obstante hay secretos soterrados que hacen más complicada esta lucha a muerte.
Acción y aventura con pseudo espiritualidad combinan mal, y una prueba evidente es este film de continuos saltos temporales y cierta esquizofrenia argumental cuyas dos horas y treinta y siete minutos de metraje se hacen, como alude su título, casi eternos. No se sabe si son más insoportables las conversaciones que la líder del grupo tiene con el presunto Dios creador, insensible y cruel con las criaturas, o las explicaciones sobre la complicada misión que tienen que cumplir en la Tierra.
Parece claro que los estudios Marvel, que forman parte de The Walt Disney Company, quieren seguir haciendo taquilla tirando del hilo con super héroes nuevos, inspirados ahora en dioses griegos, interpretados por actores muy conocidos. Asi, Richard Madden es el todopoderoso Ikaris (les suena el nombre ¿no?); Gemma Chan como Sersi, la amante de la humanidad; Salma Hayek como la líder sabia y espiritual Ajak ; Angelina Jolie como la diosa de la guerra etc…
Detrás de la cámara se encuentra la directora Chloe Zhao, ganadora del Óscar a mejor directora por Nomadland, que también es coguionista de este relato que tiene muchas capas pero ninguna demasiado interesante. Al contemplar esta película se echa de menos historias más sencillas como las de Los Vengadores, por seguir en el Universo Marvel, porque al menos su extenso metraje no está inflado de mensajes pretenciosos.
En cuanto al apartado de efectos especiales, sin ser novedosos, conforman lo que este tipo de películas debiera ser: un mero espectáculo visual donde cada uno de los eternos tiene sus propios poderes y que los lucen cuando se enfrenta a los feos y violentos Desviantes, por el contrario el humor, que también funciona en Los Vengadores, aquí encaja mal. Lo políticamente correcto se aprecia en que los eternos son de diferentes razas y que, como novedad en una película de Marvel, incluye uno homosexual, se trata de Phastos, el inventor y maestro en tecnología.
La película ofrece, tras los créditos finales, dos trailers que ya anuncian secuelas de este film…Que no nos pase nada