Sólo por ideación suicida fueron algo más de 400, 410,  las urgencias psiquiátricas atendidas en 2022 en el Servicio de Salud Mental del Hospital Perpetuo Socorro, una cifra similar a 2019, año en que también se produjo un repunte. Esto significa, en opinión de la doctora María Jesús Montes, especialista en Psiquiatría y responsable de este Servicio en la provincia de Albacete, que a diario los profesionales de este ámbito registran entre una y dos demandas de consultas psiquiátricas urgentes por ideación suicida, de personas de todas las edades.

Así lo indicó la doctora Montes en la apertura de las XVI Jornadas de la Asociación Castellano-Manchega de Neuropsiquiatría y Salud Mental, celebradas en el Aula Magna de la Facultad de Medicina, con un centenar de asistentes, donde se ha puesto de relieve la alta demanda asistencial que hay tanto de adultos como infanto-juvenil de  atención especializada en materia de Salud Mental, que se ha puesto más en evidencia desde la pandemia del Covid.

La mayoría de las personas que acuden a las urgencias psiquiátricas tienen entre 30 y 45 años, «pero si lo hacemos en relación a la población por edad el porcentaje mayor de suicidios se produce en ancianos varones, a partir de 65 años; le sigue con tendencia al incremento el grupo de adolescentes de 18 a 25 años; y otro grupo importante de comportamientos suicidas se produce en el grupo entre 35 y 45 años.

A esta alta demanda se suma una falta importante de profesionales, fundamentalmente facultativos especialistas de Psiquiatría, para atender las necesidades de la población, aunque los casos psquiátricos más urgentes se ven entre 24 y 48 horas por parte de los profesionales de Enfermería de Salud Mental, «pero la intervención psicológica y psiquiátrica se retrasa un poco más por esta carencia de especialistas».

La doctora Montes, confió en que desde la Gerencia se amplíe la plantilla del Servicio de Salud Mental, con los residentes que acaban ahora su etapa formativa, para consolidar los proyectos que ya llevan más de dos años implementados, como el proyecto Renace, de prevención de la conducta suicida.

Detección. Precisamente han sido los profesionales de este programa de prevención del suicidio los que han alertado a la secretaria de la Mesa de Prevención del Suicidio sobre un punto crucial concreto de la ciudad que se ha convertido en un riesgo de las tentativas suicidas, con el fin de que establezcan una barrera que impida la consecución de estos comportamientos.