Un total de 33 familias acogedoras de la provincia de Albacete y 53 menores han participado en el encuentro del programa de acogimiento familiar organizado por el Servicio de Infancia y Familia de la Delegación Provincial de Bienestar Social  que se ha celebrado en la capital, tras el parón del año pasado por la pandemia del coronavirus que obligó a suspender esta cita anual.

La jornada, celebrada en el parque Abelardo Sánchez combinó actividades de carácter lúdico, con cuentoterapia y castillos hinchables para los pequeños, con otras de sensibilización e intercambio de experiencias, a la que se sumaron los profesionales (psicólogas y trabajadoras sociales) de Mensajeros de la Paz, entidad que se ocupa en Albacete de la gestión de este programa para los menores que están bajo la tutela de la Junta de Comunidades, cuya cifra actual es de 275 en la provincia, de los cuáles el 54% (149) menores están acogidos por familias, 99 por extensas de los padres biológicos del menor y 50 por familias ajenas.

Además de este encuentro anual, de forma periódica, al menos una vez al mes, y a demanda de los interesados, el Servicio de Infancia y Familia junto con el personal de Mensajeros de la Paz organiza sesiones informativas para dar a conocer a la población este programa y la necesidad actual que existe de encontrar familias interesadas en acoger a un menor. «Familias acogedoras siempre faltan», aseguró Esther Jiménez, trabajadora social de Mensajeros por la Paz, que agregó que «en particular para el programa de acogimiento de urgencia no hay ahora mismo personas disponibles porque la bolsa está casi agotada».

En estos momentos son 119 las familias albacetenses que acogen a menores en situación de desprotección, 84 extensas y 35 ajenas.

La Consejería de Bienestar Social, a través de sus Servicios de Infancia y Familia viene apostando por ofrecer al niño o la niña que está tutelado por la administración, la posibilidad de vivir en un ambiente familiar complementario al suyo, en dónde reciba cuidados y la atención que le permita un desarrollo de su personalidad al tiempo que mantiene la relación y el vínculo con su familia de origen. Es conveniente aclarar que se trata de una atención temporal ya que legalmente esta situación es totalmente incompatible con la adopción de los menores.

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