Hubo de todo, toros a los que se pudo torear, toros descastados y alimañas, que exigieron los papeles a todo aquel que se pudo delante, demostrando las cuadrillas y matadores que tienen arrestos para solventar este tipo de papeletas, solo al alcance de los mejores, de los más profesionales, en definitiva, de los más toreros.

Con estos toros no valen los alivios, hay que hacerles las cosas no bien, muy bien, sin errores y con valor, llegándoles muy cerca los banderilleros para clavar arriba y evitar capotazos, todo suave con la capa, sin tirones ni huidas y firmeza y aguante sobre los caballos de picar, para medirles el castigo y no rectificar en el encuentro.

En cuanto a la labor de los diestros, no es este el lugar de valorarlos, que para eso está mi compañero y amigo Pedro J. García, en sus geniales y acertadas crónicas diarias durante la Feria.

Ayer, como decimos, la emoción estuvo presente toda la tarde, fue una corrida al más puro estilo Victorino, y las cuadrillas brillaron por su profesionalidad y torería. Una gran ovación a ellos.

Puchano cogió a la primera y muy bien al primero de la tarde, al que lidió con suavidad y acierto Antonio Manuel Punta, banderilleando con eficacia y limpieza Candelas y Perico, que estuvo certero con la puntilla. 

El segundo. En el segundo toro, Paco Plaza aguantó la embestida abajo del toro, cogiendo perfectamente al toro, midiendo suave en la lidia Caco Ramos, arriesgando en banderillas Javier Perea y muy solvente Diego Valladar, llegando al tercero Agustín Moreno con un excelente puyazo sujetándose bien, puyazo que fue aplaudido y arriesgados los dos pares de Varela, con una lidia muy medida de Candelas, que apenas necesitó capotazos para ponerlo en suerte.

Aplaudido también Germán González en su puyazo al cuarto, Perea se lució en la lidia y de nuevo el riesgo asumido por Casanova y Valladar con los palos. Excelente fue la lidia de Vicente Varela al quinto, con dos grandes pares de José Manuel Punta y Dani López en el que cerró plaza se lució en un puyazo bien cogido, debiendo saludar en el tercio de banderillas, Caco Ramos y Valladar, con una ejemplar lidia de Fernando Casanova.

Así finalizó otra Feria Taurina, con sus luces y sus sombras, pero con el sabor final de una gran tarde en el ruedo albacetense.