"'Barcarola' es un equipo de más de 3.000 personas"

A.Díaz
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El codirector de la revista literaria repasa los aspectos más destacados de una publicación que llegará próximamente a su edición numero 100

Juan Bravo, codirector de 'Barcarola'. - Foto: José Miguel Esparcia

La revista de creación literaria Barcarola vuelve este mes con un número doble, el 98/99, con un dossier dedicado a El Viaje Vertical de Vila-Matas. La publicación, decana en España,  afronta un prometedor futuro con la edición de su número 100, una efémeride que celebrarán de forma muy especial, confirmó a La Tribuna de Albacete su codirector, Juan Bravo Castillo, que repasó los aspectos más destacados de la revista. 

Son ya casi 100 números de Barcarola, ¿una cifra de vértigo?

Pues la verdad es que sí, pero bueno hay que superar el vértigo. Hemos superado ya muchas cosas y, en ocasiones, volviendo la vista atrás, nos quedamos asombrados, hacemos honor al famoso dicho de que nunca se llega tan lejos cuando uno sabe dónde va. La verdad es que ni en los mejores sueños, cuando empezamos con Barcarola, hace ya 43 años, en 1978 y salimos con el primer número en 1979, creímos que íbamos a llegar a ese número 100. Me gusta  cuando los entrenadores dicen que hay que ir paso a paso, porque efectivamente, en la vida hay que ir paso a paso, con humildad y en ese aspecto, creo que hemos marcado un hito importante.  

Somos un equipo que cuenta  con el apoyo de Diputación y Ayuntamiento, que es absolutamente decisivo porque sin ellos, no habríamos hecho nada. Creo que pueden sentirse orgullosos del trabajo que hemos hecho, porque me parece que pocas inversiones son tan rentables como Barcarola.

Habla de equipo, ¿cómo se puede permitir Barcarola un equipo como el que tiene?

Lamentablemente hemos tenido dos bajas terribles y rendimos en este número homenaje por el aniversario de la muerte de Beneyto, que estuvo con nosotros desde el segundo año, muy importante en Barcelona, y Antonio Martínez Sarrión, que también fue decisivo en Madrid.   

Un momento muy bonito para Barcarola fue cuando nos recibió en la Real Academia Alonso Zamora Vicente, que nos arropó y estuvo escribiendo en Barcarola mucho tiempo, porque además tenía ciertos lazos familiares con Albacete. También, sería en el número seis o siete de la revista, recibí una carta de Vicente  Aleixandre, que nos mandó un poema manuscrito. Esos momentos son exaltantes, realmente nos hicieron darnos cuenta que estábamos haciendo algo serio. Bueno, nuestra labor es muy lenta y tenemos muchos colaboradores que se implican  en el consejo de redacción, porque  Barcarola es un equipo de más de 3.000 personas que han pasado por sus páginas, poetas, narradores, novelistas, traductores y ensayistas. Tenemos un núcleo en Albacete y luego está el de Barcelona, Madrid, Valencia, Murcia y entre todos se hace posible esta revista. 

Como el caso del último dossier, dedicado a Vila-Matas.

Claro, lo ha hecho Manuel Turégano, que lleva una editorial Contrabando y me ofreció la posibilidad de hacer este dossier sobre Vila-Matas, que es una persona muy inaccesible, un gran narrador, que está entre los tres posibles Nobel, Javier Marías, Muñoz Molina y él. La verdad es que le mandamos la revista, le pareció fantástico y Manuel Turégano se ha encargado de coordinar el dossier, que ha quedado estupendo.  

También hemos renovado el consejo de redacción porque Barcarola es una familia que, poco a poco, se va haciendo. Eso sí, hay que advertir que trabajar gratis es muy duro y, hoy en día, la juventud tiene un problema, que tiene que buscarse la vida. Nosotros nos pudimos permitir esta dedicación porque teníamos nuestras carreras y lo hacíamos como hobby, pero eso sí, nos dolería mucho que Barcarola muriera con nosotros. Dentro de poco cumpliremos las bodas de oro y tenemos la suerte de que la gran familia de Barcarola se retroalimenta.

Utilizamos un término deportivo, ¿hay banquillo?

Hay savia nueva porque damos cancha a los más jóvenes para ver cómo se van decantando, gente a la que damos mucha confianza, que están en los 30 años. Lo que pasa es que fue un duro golpe perder a Cabañero Bonald, a Antonio Martínez Sarrión y a Antonio Beneyto, pero nos rehacemos.  

Nos han pedido, por cierto, que presentemos en Barcelona el último número, el de Vila-Matas y Beneyto, que era muy querido, pero veremos qué pasa con la pandemia. Lo que sí queremos es hacer una acto poético en Albacete, en enero o febrero,  para presentar los números de la pandemia, incluso presentar el libro de poesía que se quedó pendiente, que va a salir ahora.

Se abren paso nuevas secciones, como la dedicada al haiku...

Seguro, porque hay que tener en cuenta que aquí Elías Rovira y un grupo de poetas muy entusiastas hacen una sección preciosa. Otro de los nuevos apartados  es Páginas de celuloide, unión de literatura y cine, una sección que se consolidará y la que ya es fija es la de Reseñas de libros, porque puede ser interesante para el lector. 

¿Qué hitos destacaría?

La verdad es que han sido muchísimos en estos 43 años y hemos tenido la suerte de contar con grandes figuras que venían a Cultural Albacete, Cela, José Hierro, Buero Vallejo, Luis Rosales, a los que tratamos. Eso marcó muchísimo porque para mí eran personas míticas, a las que había estudiado, todos con una amabilidad extraordinaria.  

Eso da para escribir un libro, con esos hitos y esas anécdotas, que son muy buenas y han marcado la historia de Barcarola

 

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