Archiveros para la historia

A.D.
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El Archivo Municipal, en su actual ubicación, cuenta con tres depósitos que albergan cerca de 4,5 kilómetros lineales de documentación

Archivo Municipal de Albacete. - Foto: Arturo Pérez

La Semana Internacional de los Archivos se celebra hasta el 14 de junio. Ayer se conmemoraba la creación del Consejo Internacional de Archivos (ICA), el organismo consultivo de la Unesco en materia de archivos. Este año el lema elegido  es Empoderar sociedades del conocimiento. Con la celebración se pretende reconocer profesionales e instituciones en el desarrollo de la labor archivística y difundir la importancia de proteger el patrimonio documental y archivístico. Así, el Ayuntamiento de Albacete aprovechó la celebración para ofrecer, a través de su página web, un reconocimiento a las personas que han ocupado el puesto de archiveros en el Ayuntamiento de Albacete.

Este homenaje comienza con el siglo XX con Rafael Mateos y Sotos (1864-1928) como encargado del Archivo Municipal. Ingresó en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos en 1889. En 1920 dejó su cargo como archivero para trasladarse a la Biblioteca de Albacete, proponiendo para sustituirle a su hijo Alberto Mateos Arcángel (1900-1987), destituido tras un expediente de depuración en 1939. El sustituto fue Joaquín Sánchez Jiménez, que ocupará el cargo como interino, aunque siguió hasta abril de 1953. En la misma sesión en que se aceptó su renuncia se nombró a Samuel de los Santos Gallego, yerno del anterior, como archivero bibliotecario. Ambos  realizaron una gran labor arqueológica en la ciudad y fueron directores del Museo de Albacete.  

El más conocido, por la cercanía en el tiempo, fue Francisco Fuster Ruiz (1940). Fue nombrado el 19 de septiembre de 1968 como archivero municipal y fue el encargado de realizar el depósito de la documentación histórica del Ayuntamiento para su custodia en el Archivo Histórico Provincial.

Con la construcción del nuevo edificio para el Ayuntamiento, el Archivo Municipal se reunificó al instalarse en su actual ubicación, la sala de consulta se encuentra en el sótano mientras que los depósitos están en el segundo sótano, contando con un total de tres depósitos que albergan cerca de 4,5 kilómetros lineales de documentación.  Será en 1981 cuando se cree por primera vez la plaza de auxiliar titulado en Archivos, ocupando la plaza, tras superar la oposición, Julián Monedero Palacios. El Archivo Municipal contó  también durante muchos años con el puesto de encuadernador, desempeñado por Juan Zafrilla Alfaro, que tomó en propiedad la plaza por concurso en 1975. Hoy, el Archivo continúa con su extraordinaria labor de conservación  y difusión de la historia de Albacete a la espera de trasladarse a su nueva ubicación, en el antiguo colegio Primo de Rivera.