El Teatro de la Paz acoge mañana, a las 20 horas, el estreno de Versus, de José Pascual Abellán, obra dirigida por Silvia Gascó, con Ana Casas y Esperanza Pedreño, una obra coproducida por La Llave y Cachivaches.
En la obra hay dos protagonistas y antagonistas, Esperanza Pedreño (Claudia ) y Ana Casas (Camila). Esperanza Pedreño, en su primer proyecto con José Pascual Abellán, destacó que «la obra está inspirada en Camille Claudel, siempre a la sombra de Rodin, a quien superó de alguna manera y, ahora, con los años ha sido reconocida. Ella pasó 30 años en un centro psiquiátrico, encerrada. Entonces, uno de los personajes se llama Camila, que lo hace Ana y yo soy Claudia. Cuando leí la obra, le pedí a José que la publicara por su valor literario;es una obra que habla de la libertad y el encierro, pero también esconde todo un thriller psicológico sobre la familia, los vínculos y la caída en picado de todo un sistema familiar. Mi personaje representa el contenido en uno de esos versus, pero hay muchos versus y en uno de ellos represento el contenido y Camila, la forma».
Reconoció que «me gusta mucho la filosofía y esta obra la contiene, represento lo político y el personaje de Ana, la política. Camila enseña a Claudia a estar en sociedad, a través de una especie de doble moral que Claudia no posee».
Ana Casas, que de nuevo trabaja en una producción con José Pascual, después de Locas y Las cosas que faltan, confirmó que «Camila no puede existir sin Claudia, ni Claudia sin Camila, claro, se retroalimentan y destacaría en la obra el tema del vínculo, de la familia, que nos determina. Hay algo de los personajes, muy complicados».
Subrayó en este sentido Esperanza Pedreño que, efectivamente «los personajes son muy profundos, es insondable lo que ofrecen, porque cada vez que haces una lectura de la obra te das cuenta de otros detalles en los que no habías pensado, se puede escarbar mucho y en ese sentido, el autor, es muy clásico, se deja arrastrar por los personajes y no impone, profundiza».
Reconoció Ana Casas que Versus es «además un reto, porque hay unidad de espacio, el locutorio de una cárcel y luego está esta referencia a Camille Claudel, que no es solo una inspiración para José Pascual, sino que también aparecen textos de ella en la obra, hay otro plano poético de cierto distanciamiento y esas escenas de locutorio, dos actrices en el escenario, van a la esencia del conflicto, de la situación teatral. De pronto, la protagonista se convertirá en antagonista y de verdad es que es muy rico profundizar en este texto. Supongo que es una obra de la que, a lo largo de las funciones, iremos descubriendo nuevas cosas. Es un ejercicio de interpretación muy delicado y complicado, un reto».