La conciencia social sobre la huella de carbono y la contaminación atmosférica, junto con las medidas que ya se están anunciando que deberán concertar las ciudades para reducir las emisiones de dióxido de carbono, están repercutiendo de lleno en el sector de la automoción, que está asistiendo a una paulatina desaparición del parque móvil más contaminante.

El cierre perimetral de los cascos urbanos más céntricos a vehículos propulsados por los tradicionales carburantes, junto con el aumento de precios de los mismos, está provocando que los vehículos diésel sigan en caída libre y en favor de los híbridos y, en menor medida, de los eléctricos y de los que funcionan con gas.

A lo largo del mes de septiembre, hasta 373 turismos y todo terrenos se matricularon en la provincia de Albacete, un 3,6% más que en el mismo mes de 2021. El crecimiento se atribuye especialmente a  la renovación de las flotas de las empresas, que en septiembre adquirieron 201 vehículos, un 17,5% más interanual. Por contra, la matriculación de turismos y todo terrenos para particulares descendió un 11,6% en los últimos 12 meses, debido a las 167 unidades que salieron de los concesionarios, 22 menos que en septiembre del pasado año.

Sin embargo, en el acumulado, el sector de los concesionarios de vehículos de la provincia registra un preocupante descenso de matriculaciones del 33%, que no de ventas, como ha reiterado en varias ocasiones el presidente de la Asociación Provincial de Concesionarios de Vehículos de Albacete (Apreca), Pedro Cifuentes, que viene achacando este descenso de la matriculación a los problemas derivados de la crisis de componentes, que están retrasando la fabricación de vehículos y, por tanto, la entrega de los coches nuevos.

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