Más de la mitad de la población ha pasado por la UP en 40 años

Ana Martínez
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El recurso cultural y formativo dependiente del Ayuntamiento capitalino cumple cuatro décadas con el empeño de cubrir la demanda y preferencias del alumnado y de abrir sus puertas a los más pequeños

Alumnos del taller de iniciación a la pintura. - Foto: Rubén Serrallé

«Las universidades populares han sido una de las experiencias de educación popular más destacables de las desarrolladas en la España de los últimos cien años». Es una de las conclusiones que en su día aportara Pedro L. Moreno Martínez, de la Universidad de Murcia, en un estudio que realizó sobre la historia de las universidades populares en España, espacios públicos que en 2023 cumplirán 120 años.

Tras varios periodos de incertidumbre, idas y venidas con la República y con la dictadura de Franco, fue con la llegada de la democracia y el Gobierno del Partido Socialista de Felipe González cuando las universidades populares se importan a este país con el mismo modelo de las que ya funcionaban en Alemania, preocupadas especialmente por la integración cultural y aprendizaje del idioma aleman de la población inmigrante, a modo de escuela taller y formación profesional.

En Albacete capital, la Universidad Popular llegó en forma de patronato en 1982, es decir, cumple 40 años. Desde entonces hasta hoy, al menos la mitad de la población de la capital albacetense, unos 90.000 vecinos, ha pasado una vez en su vida por sus instalaciones.

Taller de Grabado, dirigido por la profesora Silvia Molina.Taller de Grabado, dirigido por la profesora Silvia Molina. - Foto: Rubén SerralléLa iniciativa se fraguó en el primer ayuntamiento democrático presidido por Salvador Jiménez y siendo concejal de Cultura, Florián Godes, y fue bautizada en un primer momento como escuelas populares. Era el año 1981 y el Ayuntamiento sacó una oferta de empleo público para la coordinación. En el mes de septiembre, Gregorio Osante accedió a una de las dos plazas convocadas -la otra la obtuvo Francisco Vidal- para poner en marcha «un nuevo proyecto sobre el modelo alemán, pero como un instrumento más cultural y educativo, una especie de lugar de encuentro donde las personas mayores tuvieran ocasión de aprender y relacionarse con sus iguales».

Así lo recuerda Gregorio Osante, el que fuera el primer director de la Universidad Popular de Albacete, un espacio que nació como tal tras la constitución de su patronato, al que muchos años después se uniría la Red Municipal de Bibliotecas.

Por aquel entonces se puso en marcha la Universidad Popular, cuyo neonato proyecto pivotó en tres pilares: «Impulsar el talento creativo, la cultura popular y el área del conocimiento, porque en la década de los 80, la mitad de la población adulta de la capital era analfabeta», observa Gregorio Osante, que rememora el intenso trabajo de aquel periodo. «Nos lo tomamos muy en serio; descentralizamos la programación por barrios para poder llegar al mayor número de ciudadanos posible». En aquellos tiempos, los despachos de la dirección y coordinación se encontraban junto al salón de plenos del antiguo Ayuntamiento -actual Museo Municipal-, mientras que las clases se empezaron a impartir en la planta baja del actual Conservatorio Superior de Música de Castilla-La Mancha, en la calle Zapateros.

Manuel Amador 'El Araña', en el taller de cante flamenco que dirige junto a Yaraví Serrano.Manuel Amador 'El Araña', en el taller de cante flamenco que dirige junto a Yaraví Serrano. - Foto: Rubén SerralléGregorio estuvo al frente de la UP hasta 1984, año en el que, «por desavenencias con el alcalde José Jerez», decidió tomar un rumbo nuevo, no muy distinto, y hacerse cargo de la coordinación de la Red Municipal de Bibliotecas, entonces con dos solo.

«Para mí, la Universidad Popular ha sido el elemento más descentralizador de las políticas culturales y educativas del Ayuntamiento, un balón de oxígeno para muchas personas que no salían de casa; la puerta de inicio a experiencias desconocidas como conocer el mar, aprender a leer y escribir, ponerse a pintar…», reflexiona Gregorio Osante, que concluye: «La Universidad Popular no ha sido solo aprendizaje, ha sido un espacio de encuentro para la socialización, sobre todo de las mujeres».

A lo largo de 2022-2023, la Universidad Popular de Albacete impartirá un total de 290 cursos de larga duración y 33 cursos breves dentro de la temporada de otoño que, sumados a los que programará en invierno y primavera, sumarán entre todos más de 5.000 plazas.

Alumnas del taller de iniciación al dibujo.
Alumnas del taller de iniciación al dibujo. - Foto: Rubén Serrallé
Con 14 aulas estables, en las que se incluye la Universidad de la Experiencia, una completa programación de cursos breves de dos y tres meses de duración, 45 formadores en plantilla, más de 40 colaboradores, abarca todo un abanico de disciplinas -incluso los exámenes de español y cultura española para extranjeros-, y da respuesta a la demanda formativa y educativa no reglada de la ciudadanía albacetense, pero también cultural, con producciones propias en artes plásticas, fotografía, teatro, micología, conciertos de la Escuela de Música Moderna, y programación cultural propia con ciclos de conferencias, representaciones escénicas, espectáculos de danza… Las posibilidades de estudiar y aprender, cultivarse y enriquecerse, en la Universidad Popular de Albacete son amplísimas: dibujo, grabado o acuarelas en el aula de Artes Plásticas; restauración y todo tipo de artesanías, como pintura en seda o bordado a mano; fotografía y ficción sonora; corte y confección; gimnasia de mantenimiento para personas mayores; Escuela de Música Moderna; flamenco, con guitarra y cante incluido; danzas manchegas, formación permanente, historia, informática, naturaleza y teatro.

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