El Albacete sumó un punto en el campo del líder

Ander Zabala (ADG)
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Deportivo Alavés
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Albacete Balompié
Finalizado
El equipo de Rubén Albés, que con muchos cambios volvió a mostrar un juego vertical y ambicioso en la primera parte, supo defender las acometidas del Alavés en la segunda mitad para lograr un valioso empate en Mendizorroza.

Alineación con cinco novedades la que presentó el Albacete. - Foto: ADG Media

Punto de mucho mérito para el Albacete en su visita a Vitoria, donde el líder Alavés, que acudía a la cita después de perder su primer partido de la temporada, había sumado, hasta ayer, 10 de los 12 puntos en juego. El equipo de Rubén Albés obtuvo un empate merecido en un partido de pocas oportunidades, con sendos goles invalidados por posiciones de fuera de juego al límite, y en el que dejó por primera vez en la temporada la portería a cero lejos del Carlos Belmonte. El buen trabajo defensivo se vio favorecido por la actuación del debutante Altube. Intervino poco, aunque con mucha solvencia.

Presentó el cuadro albaceteño un once titular en Mendizorroza con cinco cambios con respecto al equipo inicial con el que se midió ante el Tenerife. La principal novedad era la presencia del meta Altube entre los palos, relevando al hasta ahora indiscutible Bernabé.

Los primeros intentos de generar peligro tuvieron protagonismo del Albacete. Javi Martínez y Olaetxea no anduvieron precisos a la hora de culminar las primeras escaramuzas.

Poco más había pasado antes de que la pelota acabara por primera vez en la red. Corría el minuto 16. Duba se desmarcó y aprovechó el pase en profundidad de Javi Martínez para sortear a Sivera. Al quedarse sin ángulo para el disparo, optó por el envío a Higinio, quien, en boca de gol, empujó el balón a las mallas con un remate de exterior. El tanto, sin embargo, no subió al marcador por un milimétrico fuera de juego verificado por el VAR.

El conjunto de Rubén Albés manejaba posesiones estériles porque carecía de profundidad, aunque no le importaba en exceso al conjunto manchego la horizontalidad, ya que retenía el balón en zonas cómodas, sin exponerlo y sin que el Alavés tomara la decisión de presionar más arriba para atosigarle en la salida del esférico. Vivía tranquilo, sin riesgos y sin atisbo de peligro por parte de un adversario muy plano.

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